TQtué podemos celebrar este año como Día Mundial del Medio Ambiente en Extremadura?. ¿Acaso el acontecimiento de una nueva refinería de petróleo y complejo petroquímico en la península a promover desde nuestra región? ¿Necesitamos, para acercarnos a un futuro sostenible producir y crear empleos que justifiquen la contaminación y el aumento de consumo?.

Desde ADENEX decimos que ya está bien de interpretar la idea de atraso industrial de Extremadura como una "carencia" y no como resultado de una serie de circunstancias históricas.

Parece como si todavía no supiéramos que, en estos treinta últimos años, en Extremadura hemos sido capaces de reaccionar a un cierto fatalismo histórico y de vitalidad social donde ningún monopolio ha hecho el milagro desarrollista que ahora nos proponen.

Estamos en un momento crucial de la historia de Extremadura, por eso lo afirmamos bien claro; nuestro objetivo, este año, es lograr reorientar el proyecto de refinería y complejo petroquímico asociado que desde la Junta de Extremadura son considerados como la culminación de un proyecto industrial inacabado para la región.

Las tecnologías del siglo XXI tienen que servirnos para llegar a un modelo sustentable, no derrochador de energías y socialmente útil, es decir que reduzca el consumo de objetos superfluos, que favorezca un suelo, aire y agua vivos.

Queremos apoyar proyectos económicos que sirvan para reducir riesgos tanto para la salud como para el medio ambiente. Las nuevas empresas y empleos debemos crearlas para dar respuesta al cambio climático provocado por nuestras actividades, pero también para seguir siendo vitales desde cada pueblo o comarca donde todavía nos gusta vivir.

Nuestras propuestas se dirigen a conseguir que todas las inversiones disponibles se reconduzcan hacia proyectos ecológicamente sostenibles, es decir proyectos que tengan en cuenta la capacidad de transformación de la sociedad extremeña en su conjunto. Ante la refinería anunciada, si nuevas capacidades de refino son necesarias, lo urgente es acondicionar las instalaciones ya existentes como así lo exigen los distintos protocolos internacionales firmados por el Estado español, y lo coherente es no seguir apoyando el uso de vehículos que no necesitamos, con más y más autopistas y con cada vez menos transporte público.