El paso titular de la cofradía de la Sagrada Cena pudo salir ayer como no lo hacía desde hace cuarenta años, cargado sobre los hombros de 65 costaleros sin relevo. Fue lo más espectacular de la primera procesión del día, a la que siguió el desfile de la Vera-Cruz y la Venerable Orden Tercera, que por primera vez sacó el paso del Cristo del Perdón.

Los niños abrieron el desfile de La Sagrada Cena, de una tonelada de peso y con andas de más de siete metros. La celebración del 75 aniversario fue el motivo de que volviera a salir a hombros y el público lo agradeció con aplausos. También lo hizo Nuestra Señora del Amor, seguida por mujeres de negro. A sus 300 cofrades les acompañó la banda de romanos de la OJE.

Antes de terminar su recorrido, comenzó el desfile de la Vera-Cruz, la cofradía más veterana y la única que siempre ha salido en procesión. Ayer lo hizo con sus seis pasos, el Balcón de Pilatos, La Verónica, Nuestro Padre Jesús de la Caída y la Contemplación de la Cruz, a hombros, y el Camino del Calvario y la Cruz del Porvenir, sobre ruedas, la última llevada por niños.

Cerró el desfile la Venerable Orden Tercera con un estreno, el paso del Cristo del Perdón, que acompañó a La Dolorosa de la Cruz. De madrugada salió el Cristo de la Buena Muerte con sus cofrades descalzos y de hábito marrón y más tarde la hermandad del Santo Viacrucis.