Un centenar de policías de las plantillas de Badajoz, Cáceres, Plasencia, Mérida, Almendralejo y Don Benito-Villanueva de la Serena han participado en una operación contra la piratería musical en Extremadura, en la que se han inspeccionado 47 clubes de alterne en menos de 12 horas, 29 en Badajoz y 18 en Cáceres).

La operación Cazar comenzó tras conocerse que muchos de estos establecimientos estaban siendo el medio para la reproducción y comunicación pública de música, en formato audio y vídeo, mediante máquinas del tipo gramola-hucha que eran "instaladas y explotadas en estos establecimientos sin las preceptiva autorización de los titulares de los derechos de la propiedad intelectual o sus cesionarios".

La operación se ha saldado con un detenido por infracción penal, que es M. R. F., el administrador único de Automáticos Cazar, S.L., la empresa instaladora de estas máquinas, así como 17 mujeres por infracción a la Ley de Extranjería.

La operación

La música y videogramas musicales de las gramolas-hucha pueden proceder de descargas ilegales de internet o bien de discos master adquiridos legalmente en el mercado, desde los que, partiendo de ese soporte original, es transformado su contenido en un formato de archivo reconocible por un PC, con el que se podría luego trabajar directamente sobre los videogramas. Una vez transformados y adaptados los vídeos musicales para su utilización por los programas informáticos de las gramolas, el responsable de su explotación puede fácilmente actualizar el repertorio mediante, por ejemplo, un dispositivo de memoria externa tipo pen drive. Estas máquinas funcionan con monedas y permiten al cliente elegir un vídeo clip o una canción del repertorio cargado en el disco duro, reproduciendo y comunicando públicamente de esta forma los fonogramas y videogramas sin las autorizaciones de los titulares de los derechos intelectuales al no dar de alta y pagar las cuotas correspondiente la explotación de este negocio.

La investigación nace de los datos obtenidos por los policías en sus visitas periódicas a los clubes de alterne para controles de extranjería. Una vez conseguida la información, para para lo que se contó con la ayuda de la Asociación de Gestión de los Derechos Intelectuales (AGEDI), y centrada una de la empresas que mayoritariamente desarrollaba esta actividad ilícita, Automáticos Cazar S.L., con domicilio en Vitoria, pero que en los últimos años centraba su actividad en la región y tenía su centro de gestión en Deleitosa, se estableció un dispositivo policial que llevó a cabo una inspección simultánea en la mayoría de los establecimientos. En principio, el objetivo era la localización y precintaje de todas aquellas máquinas del tipo señalado que estuviesen operando de manera ilegal, y al mismo tiempo, aprovechando el despliegue policial, a un control de extranjería.

Máquinas intervenidas y precitandas

En cuanto a las máquinas intervenidas y precintadas, 2 en Talayuela, 1 en Arroyo de la Luz, 1 en Cañaveral, 2 en Hervás, 1 en Saucedilla, 2 en Don Benito, 1 en Navalvillar de Pela y 1 en Villagarcía de Torres.

El valor del número de equipos de gramolas-hucha intervenidos 25 (11 en locales abiertos al público y 14 en el almacén de la empresa) supera los 150.000 euros.

Cada gramola-hucha tenía reproducidos sin autorización una media de 400 videoclips musicales y 200 canciones, siendo actualizado dicho repertorio mensualmente, por lo que el valor de la defraudación en copias pirateadas podía estar en torno a los 10.000 euros/año por cada equipo instalado ilegalmente, a lo que habría que sumar las cantidades por licencia de comunicación pública eludidas por cada establecimiento que utilizaba estos equipos para la ambientación musical del local.

Los ingresos medios por la explotación ilegal que obtenía la empresa a través de la recaudación de cada equipo oscilaba entre los 7.000 y los 12.000 euros anuales por lo que las ganancias de la empresa en los últimos años de actividad ilegal podría aproximarse al 1.000.000 de euros.

La empresa que explotaba los equipos de gramola-hucha de manera ilegal, no contaba con la preceptiva autorización de la Asociación de Gestión de Derechos Intelectuales (AGEDI) para la reproducción y comunicación pública del repertorio musical que se almacenaba en cada equipo.

AGEDI ha valorado muy positivamente esta actuación del Cuerpo Nacional de Policía en Extremadura, que ha puesto de manifiesto la aparición de otra forma de piratería musical, en este caso con un perfil empresarial, que ha encontrado en el sector de los locales de alterne un nuevo negocio ilegal muy lucrativo.

Por otro lado, también se han registrado el domicilio y el local del detenido, y se han ntervenidos recibos y justificantes de la actividad de la empresa en relación con algunos de los clubes inspeccionados.

Asimismo en el local se intervinieron otras 14 máquinas similares a las intervenidas en los locales de alterne, las cuales se encontraban almacenadas y en espera de ser instaladas.