Un hipotético escenario de desmantelamiento de la central supondría, según fuentes de la instalación, una considerable pérdida de empleos directos, indirectos e inducidos. «No es cierto, como se asegura desde algunos sectores, que durante la fase de desmantelamiento de una central nuclear se mantengan los puestos de trabajo. Las experiencias recientes y nuestras estimaciones arrojan en este escenario una pérdida de hasta el 75% de empleo directo. Según el informe ‘Realidad económica del sector nuclear español’, publicado por la Universidad de Extremadura, se perderían cerca de 3.000 empleos en la zona», se asegura. Por otro lado, la central considera que su media de producción anual de 16.000 millones de kilowatios/hora a partir de los 2.094 megavatios (MW) de su potencia instalada no es sustituible por 600 MW de fotovoltáica. En este sentido, se señala que la energía nuclear constituye una garantía predecible de suministro eléctrico por ser energía de base, es decir, disponible las 24 horas del día, algo que no puede ofrecer la energía renovable debido a su carácter intermitente ya que depende de las condiciones meteorológicas.