La Central Nuclear de Almaraz cerró el 2017 superando su récord anual de generación eléctrica. El pasado año la producción bruta de sus dos unidades sumó 16.986 millones de kilovatios/hora (kWh) y en términos netos alcanzó los 16.347 millones de kWh, cifras ambas que no se habían obtenido hasta ahora en sus tres décadas y media de actividad. La energía generada por la planta cacereña supuso un 27% de toda la electricidad producida por las centrales nucleares españolas y un 6,4% de la demanda eléctrica del país.

Estos datos se dieron a conocer ayer durante la presentación del informe de actividad de la central correspondiente al segundo semestre del 2017. Ha sido el último que ha correspondido desgranar a José María Bernaldo de Quirós, que a inicios de este mes cedió el testigo en la dirección de la central a Rafael Campos, quien ha llegado procedente de la central de Cofrentes (Valencia), donde ocupaba este mismo cargo. En el acto también tomaron parte el director de Organización y Recursos Humanos de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo, José Fernando Murga, y el jefe de Relaciones Institucionales de la Central de Almaraz, Aniceto González.

«Durante el año pasado las dos unidades han funcionado a pleno rendimiento, con pocas incidencias», resumió Bernaldo de Quirós. Con 8.048,1 millones de kWh, la producción fue menor en la unidad I de la central, que estuvo parada algo más de un mes para llevar a cabo la recarga de combustible de su reactor. Los restantes 8.937,9 millones de kWh de energía eléctrica bruta fueron generados por la unidad II. «La planta está mejor que nunca», resaltó el director saliente. «Esta modernizada y actualizada, y hemos renovado toda nuestra plantilla», agregó.

Igualmente, quiso destacar que la contribución de la tecnología nuclear al mix eléctrico español «se mantiene y sigue siendo la mayor de todas las energías». «En torno a un 21% de la energía eléctrica de este país la producen las centrales nucleares. Es importante resaltarlo: año tras año, y con la misma potencia instalada, se sigue estando a la cabeza de la producción, lo que habla bien a las claras de lo que es la fiabilidad de las plantas españolas», apostilló.

RENOVACIÓN DE LA LICENCIA/ Almaraz será la primera de las centrales nucleares españolas en afrontar el proceso de renovación de su licencia para poder seguir operando más allá del 2020. Bernaldo de Quirós precisó que en el caso de que las empresas propietarias de la central (Iberdrola, con un 52,7%; Endesa con un 36%; y Gas Natural Fenosa con un 11,3%) quisieran solicitar la prórroga de la licencia de explotación, tendrían que hacerlo antes de marzo del 2019 «en los términos» que las propias empresas decidan, por lo que no confirmó si esa petición se realizará o no. En el caso de que Ley de Cambio Climático y Transición Energética se promulgase antes de esa fecha, el límite sería de dos meses a partir de la publicación de la norma.

No obstante, incidió en que, en términos económicos, «para la zona sería una catástrofe que la central cerrara» porque, aseguró, «no es verdad que cuando se cierra una planta la gente que trabaja en ella [en las labores de desmantelamiento] sea la misma que en operación normal».

Por su parte, Rafael Campos consideró como «un reto» el que Almaraz pueda ser la primera central en tener que abordar la renovación de su licencia y convertirse así en «una referencia» para las demás. «La central está modernizada, el equipo es joven. Si hay futuro, desde luego estaremos preparados para afrontarlo», concluyó.

Un futuro que incluirá necesariamente el Almacén Temporal Individualizado (ATI) para los residuos de alta actividad que actualmente albergan las piscinas de sus reactores, cerca ya de saturarse. La construcción de este almacén ya ha finalizado, y también se han realizado las pruebas con contenedor. Únicamente se está a la espera de las últimas autorizaciones administrativas. La previsión es cargar el primer contenedor a finales de este primer semestre.