El Centro de Cirugía de Mínima Invasión, con el apoyo de la Fundación Ernesto González y el Instituto Extremeño de Reproducción Asistida, ha puesto en marcha un área de trabajo en reproducción asistida, en la que ya se han conseguido poner a punto las primeras técnicas en este campo.

El centro cacereño pretende con este área "profundizar sus estudios sobre un tema tan relevante como son los problemas de infertilidad que están teniendo las parejas actuales para conseguir embarazo", afirma el especialista en esta materia José Mijares, que es quien lo está desarrollando gracias a una beca aportada por la fundación.

El centro aplicará en este área sus dos pilares institucionales: la investigación y la formación. En cuanto a la primera, sus ensayos se centrarán en investigación básica y aplicada, con el estudio de marcadores implantatorios (moléculas bioquímicas que promueven que el embrión consiga implantarse de manera satisfactoria en el útero) y la mejora de la eficiencia de las técnicas de reproducción asistida. En cuanto al otro pilar, la formación, esperan en un futuro poder ofertar cursos a profesionales de este ámbito y a universitarios que algún día quieran dedicarse a ello.

Esta nueva línea de investigación, que comenzó a desarrollarse a finales del 2009, "empieza a dar frutos y se han conseguido realizar los primeros experimentos en fecundación in vitro, aunque queda mucho trabajo", según Mijares.

Este especialista cree que "con el apoyo de grandes profesionales y empresas referentes en este área, podremos mejorar las posibilidades que tienen las parejas de conseguir un embarazo".