El tiene casi 31 y ella algo más de 28. Mientras él es un trabajador más del sector de la producción o conductor de equipos, peones o transportes, ella ha logrado convertirse en una profesional técnica, se mantiene como ama de casa o bien no define su ocupación laboral. Pero ambos comparten gustos a la hora de celebrar el final de su soltería: con una ceremonia religiosa de altar y peineta que se celebra durante los últimos meses de verano.

Retrato robot

Esa es la radiografía general que se extrae de los matrimonios formalizados en la región durante el 2004, según los datos recogidos por el INE. Sin embargo, se trata de un retrato robot con varios matices.l paso por la vicaría o el juzgado se ha retrasado en la región en un año respecto a 1999. Entonces ellos se casaban con casi 30 años y ellas con 29. Y aunque el envejecimiento es notable en un periodo de apenas un lustro, los novios extremeños todavía son un año más jóvenes que la media nacional.

Asimismo, se ha registrado un incremento del número de enlaces civiles. Aunque aún se prefiere pasar por la iglesia, en el 2004 una de cada cuatro parejas se comprometieron en el juzgado, lo que supone un 12% más que en 1999.

La fecha de la ceremonia es uno de los detalles más cuidados por los novios. La tendencia general continúa siendo elegir los meses estivales, pero con tendencia hacia el otoño. Quizá por ello, agosto y septiembre se mantienen como los periodos preferidos.

Este aspecto no ha variado demasiado en el último lustro, aunque sí existe un descenso en los enlaces celebrados entre diciembre y enero. Las diferencias con las fechas en el resto del estado son mínimas.

Por otra parte, ha disminuido el número de contrayentes dedicadas a las labores del hogar. Mientras en 1999 había 1.549 novias amas de casa, en el 2004 la cifra bajó a 934.