Si la directora de cine Sofía Coppola (hija de Francis Ford) se valió de Tokio en su película Lost in Traslation para contar una historia de amor fascinante, Extremadura busca, con otros argumentos, pero también en Japón, que el país asiático y la realidad extremeña se acerquen, por lo menos, como los actores (Bill Murray y Scarlett Johansson) lo hacen en el filme.

Para ello, la próxima semana, en el pabellón español de la expo japonesa, no sólo se hablará español sino que símbolos tan extremeños como las cerezas o las grullas, o las últimas ideas como el Linex o el gabinete de iniciativa joven, intentarán atraer la atención del público nipón.

Y lo harán con un programa de actividades variado. El lunes, día institucional de discursos e izados de banderas, el cerezo se convertirá en el primer icono de unión entre las dos culturas. Mr. Susumu Takeda, presidente de la Asociación del Cerezo de Kiyosu, plantará con el vicepresidente de la Junta, Ignacio Sánchez Amor, el cerezo de la amistad. Un bonito detalle para entrar en materia pues el martes, lo lúdico quedará a un lado para que los empresarios intenten convencer, a través de esas jornadas de trabajo llamadas Workshop , de las posibilidades de inversión que ofrece la región. Y por si hubiera alguna duda del potencial extremeño, un valor seguro, una degustación de tapas elaboradas por Toño Pérez, del restaurante cacereño Atrio.

El miércoles está dedicado a que los niños conozcan, mediante juegos, a la grulla mientras que el jueves se pone el acento en la necesidad de pensar el futuro a través de iniciativas como la del Gabinete joven. Para el viernes se han dejado las demostraciones sobre lo que se está haciendo en materia de nuevas tecnologías en Extremadura para el sábado, enseñar el patrimonio cultural de la región. Sayonara.