Las instalaciones que actualmente dispone Cetarsa en Coria, y que dejarán de tener actividad como consecuencia del nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que tiene previsto llevar a cabo la empresa en breve, pasarán a convertirse en un parque empresarial. Eso es al menos lo que han planteado la empresa tabaquera y la SEPI. Así lo anunció ayer el alcalde de Coria, Juan Valle, tras reunirse en Madrid con el presidente de Cetarsa, Julio Viñuela, y el vicepresidente de SEPI, Federico Montero.

Durante el encuentro, que según Valle fue solicitado por el PSOE provincial de Cáceres, se puso sobre la mesa la reestructuración de las instalaciones que se encuentran en el término municipal de Coria con el fin de dar una salida laboral a los casi 90 trabajadores de Cetarsa en la localidad que se verán afectados por el ERE. En la reunión, a la que asistieron además el director general de Cetarsa, Antonio Carcaño y el secretario provincial del PSOE de Cáceres, Juan Ramón Ferreira, se acordó trabajar en dar una alternativa a la fábrica. De hecho, según comunicó la SEPI, dos de sus filiales, Sepides e Infoinvest, se han puesto ya a trabajar en este sentido. Así, la primera estudiará la inversión y financiación de proyectos empresariales mientras que el segundo grupo empresarial tendrá como objetivo revitalizar la antigua zona industrial para dotarla de una moderna estructura empresarial.

De momento y a la espera de conocer nuevas iniciativas dispuestas a formar parte del nuevo parque empresarial, el alcalde cauriense recordó ayer que tiene desde hace tiempo sobre la mesa dos proyectos que podrían abrir sus puertas en dicho parque, uno relacionado con el sector de la metalurgia y otro con el sector de la agroalimentación.

Por otro lado, el presidente del Comité de Empresa de Cetarsa en Coria, José Antonio Sancho, manifestó ayer su deseo de que, en caso de que el ERE se lleve a cabo, las prejubilaciones sean a los 50 años con el mantenimiento del 100%, se concedan bajas incentivadas y el proceso quede abierto durante un periodo de cinco años --para que los trabajadores que aún no han cumplido los 50 años puedan también beneficiarse de las prejubilaciones--.

Sancho volvió a mostrar su rotundo rechazo a los despidos, tanto en nombre del sindicato que representa, UGT, como en nombre de CCOO y USO. "No se entiende que presenten un nuevo ERE cuando, tras cesar a 16 trabajadores, nos contestaron que estuviéramos tranquilos, que para el 2010 habían contratado 3 millones de kilos más de tabaco que en el año 2009", subrayó.