En una mochila de un alumno de Primaria no faltan los libros, el estuche y el tentempié para el recreo. Lo que llama la atención es que cada vez es más habitual que en los bolsillos de los estudiantes extremeños lleve fármacos necesarios para tratar la diabetes. En tan solo cinco años, la cifra de jóvenes de hasta 15 años que padecen la enfermedad ha aumentado hasta un 40%. De los 226 pacientes menores que recogía un estudio de salud de 2013 con un balance dos años anterior hasta los 362 que estima el Servicio Extremeño de Salud a día de hoy, 234 en la provincia de Badajoz y 128 en la de Cáceres.

La diabetes, una patología metabólica crónica que ya es calificada como una de las afecciones con más presencia en este siglo, aumenta su rango de casos en la región. En Extremadura ya afecta a un 10% de la población, es decir, a alrededor de 90.000 pacientes. De ese total, un 90% los casos están relacionados con mala alimentación, falta de ejercicio o incluso estrés. Cabe destacar que existen dos tipologías en la enfermedad: tipo 1, de origen autoinmune que requiere insulina, y tipo 2, la más frecuente y asociada a los malos hábitos.

Según apunta Luis González, presidente de la Federación de Asociaciones de enfermos de Diabetes de Extremadura, la incidencia en menores ha visto un aumento en ambos tipos, pero el que predomina es el primer tipo. El incremento del segundo tipo entre jóvenes lo achaca el sedentarismo de los menores pero el primero aún está en estudio. «Se ha producido un aumento significativo en las enfermedades autoinmunes, pero aún no se sabe la causa concreta», asegura.

«ningún padre está preparado» / Con respecto a la respuesta de los padres, asegura que es una enfermedad «exigente», pero añade que «no tiene porqué dominar la vida del niño». Añade que una de las «complicaciones» es que el tratamiento pide un «control continuo» en cuanto a tipos de insulina, el ejercicio y la alimentación. Por este motivo, aboga por catalogar la enfermedad como «grave» y contar con profesionales en los colegios que administren la medicación. Con respecto al tipo 2, incide en la clave: la prevención. En este sentido, tanto colectivos como la propia Junta desarrollarán iniciativas como charlas para desarrollar hábitos de vida saludables entre los más pequeños.