La organización agraria La Unión de Extremadura ha cifrado en unos 64 millones de euros las pérdidas en la comunidad extremeña propiciadas como consecuencia del sacrificio de animales afectados en la región por tuberculosis desde el año 2005.

Por otro lado, la organización destaca que estos sacrificios "pudieran no haber sido necesarios", ya que en "numerosos" casos obedecen a falsos positivos en los que la enfermedad "no es confirmada en pruebas posteriores post-mortem".

De este modo lo ha puesto de manifiesto La Unión de Extremadura, en el marco de una jornada estatal celebrada este martes en Plasencia (Cáceres).

En esta cita, el colectivo ha reclamado afrontar la lucha contra la tuberculosis bovina desde un enfoque "integral" que incluya el control de la enfermedad sobre la fauna silvestre, que constituye el "reservorio" y una de sus principales fuentes de contagio, incidiendo en que el sacrificio "constante" de ganado por sí solo "se está demostrando que no es la solución".

La organización ha señalado que las medidas de contención de la enfermedad se han concentrado en los planes de erradicación sobre las explotaciones ganaderas, pero "sin dedicarle la atención suficiente al papel que desempeñan las poblaciones de especies silvestres que comparten espacio con el ganado, fundamentalmente jabalíes y ciervos".

"Teniendo en consideración que la Administración ya sabía desde 2010 el riesgo que representaba el estado sanitario de la fauna silvestre como reservorio de tuberculosis, no entendemos cómo se ha permitido que se llegue a esta situación", ha afirmado el coordinador estatal de Unión de Uniones, José Manuel de las Heras.

"Una situación en que los ganaderos sufrimos pérdidas gravísimas, pero de las que están saliendo claramente beneficiados algunos sectores concretos", ha añadido, explica La Unión de Extremadura.

La organización solicita, por un lado, el mayor control de la fauna salvaje, la necesidad urgente de realizar muestras en número suficiente y la posibilidad, por otro, de realizar contránalisis para evitar el sacrificio de animales y/o rebaños enteros por falsos positivos.

"No se puede seguir sacrificando a nuestros animales sin ton ni son. El problema se ha de resolver con un planteamiento integral, en beneficio de los ganaderos y también del bienestar de la propia fauna silvestre afectada", añade la organización.

"Hasta que la administración no se quiera dar cuenta de que se tienen que controlar también las poblaciones de jabalíes y ciervos y su estado sanitario, los ganaderos seguiremos perdiendo dinero y, por tanto, cerrando explotaciones, con los consiguientes daños en empleo y riqueza en las zonas rurales", resalta.