Qué horror!", exclamó la mujer a las puertas del teatro cuando se dio de bruces con la cara nariguda de José Pedro Carrión. "Posiblemente, cuando viera la función cambiaría su imagen del personaje", afirma el actor protagonista de Cyrano de Bergerac , una de las funciones de este fin de semana en el Festival de Teatro Clásico de Cáceres.

Marcado por el mal tiempo, el festival ha tenido que cambiar sus tradicionales escenarios en la plaza de San Jorge y la plaza de las Veletas, de manera que la actuación de la Orquesta de Extremadura de hoy con piezas portuguesas del siglo XX podrá escucharse en el Gran Teatro a las 22.00 horas en lugar de la plaza de San Jorge.

Lo mismo ocurre con Cyrano de Bergerac , que se representa en el Auditorio a las 23.00. El resto de los montajes, se mantienen sin cambios, a expensas de la evolución meteorológica.

Paseaba Carrión en 1998 por la playa de la Concha en San Sebastián cuando comentaba con John Strasberg que sería "maravilloso" montar Cyrano de Bergerac . "Era un viejo sueño que ahora he cumplido", afirma el actor, que mantendrá vivo este sueño al menos hasta bien entrado el 2008. La de Cáceres es la función 36 de este montaje y lo que ocurra en ella, es para Carrión el principal reto como actor: enfrentarse a cada función sin saber qué ocurrirá.

Este montaje no podía haber llegado en mejor momento para este intérprete y con el mejor director posible, John Strasberg, el hijo de Lee Strasberg, el fundador del Actor´s Studio, templo de la interpretación del siglo XX. Strasberg hijo ha trabajado con cierta periodicidad en España y ya lo hizo con Carrión en Ricardo III . Ahora presenta una visión particular de la obra de Edmund de Rostand, paradójicamente clásica: escrita en el siglo XIX, en plena renovación teatral de la mano de Ibsen o Strindberg, su autor, sin embargo, mira hacia el pasado, a unos valores que se estaban poniendo en cuestión en el momento de su escritura.

Rostand fue capaz de crear un personaje de carácter que ha recorrido todo el siglo XX (en el teatro, pero también el cine) y se adentra sin desfallecer en este.

La lección de humanidad y honestidad que da Cyrano, sometido por el defecto de su nariz, es amplia e inagotable, según Carrión. ¿Y qué hace que una obra sea clásica? "Algunos textos están escritos en inspiración y se convierten en eternos mientras haya seres humanos como nosotros", afirma Carrión, para quien la vocación y la ilusión sostienen el oficio de actor. "De otro modo no tiene sentido".

´La dama duende´ . Que los clásicos son una cuestión también infantil lo apunta el grupo A Priori, de Guadalajara, que mediante un juego teatral acerca el domingo La dama duende al mundo de los niños sin despegarse del mundo adulto. La comedia más popular de Calderón de la Barca (la historia de una joven viuda que se vuelve duende a su conveniencia para conseguir todo lo que desea) ha sufrido una poda para convertirla en un espectáculo familiar.

¿Y qué se consigue con ello? Según Marta Torres, directora del montaje y autora de esta versión, "contar una obra de manera que les llegue a los niños y jóvenes, pero respetando el lenguaje, las palabras que escribió Calderón". Y por otra parte, alterar la estructura, cortar parte del texto (los lances paralelos a la trama principal) respetando la línea argumental esencial. Valiéndose de tres clowns que cuentan la historia ante el público, Torres intenta que un clásico se pegue a los ojos de las familias. "Se ha visto muchísimo, en más de cien ocasiones", dice de este montaje que ya casi tenía olvidado al haber pasado más de un año desde su estreno.

´Julieta´ . De la pareja Romeo y Julieta a la Woman Shakespeare Company le ha interesado, como es lógico, Julieta para convertirla en la única protagonista de este monólogo que presenta el domingo en Cáceres. El grupo, como su nombre indica, se dedica

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