El Hospital Clínico Veterinario pretende independizar su actual modelo de gestión de la Universidad de Extremadura. Según Fernando Juan Peña, director del centro, el proyecto ha llegado a un punto muerto y no podría crecer si mantiene el actual formato organizativo y financiero.

Por ello, la dirección del centro busca una alternativa que permita su supervivencia a largo plazo, como es la creación de un patronato que financie las necesidades del Clínico, ubicado en la Facultad de Veterinaria.

"Se trata de un gran convenio a largo plazo", dice Peña, que permita al hospital independizarse de la universidad y adaptar su trabajo a las necesidades de la sociedad. Por ejemplo, creando un servicio clínico ambulante.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo del equipo rectoral, que ya ha empezado una ronda de reuniones con diferentes instituciones --Junta, diputaciones y ayuntamientos-- para que el hospital disponga de unos fondos que garanticen su crecimiento, tanto a nivel tecnológico y científico como de personal.

Actualmente, el hospital veterinario dispone de un presupuesto anual, que el propio centro genera, de unos 50.000 euros. El personal docente que trabaja en el complejo lo hace de forma voluntaria, por lo que el hospital permanece cerrado en los periodos vacacionales.

Peña asegura que el referente con el que se podría comparar el hospital veterinario de Cáceres es el de Lugo, ya que el índice poblacional de esa ciudad es similar. En el Clínico gallego trabaja una plantilla que supera las 40 personas, mientras que en Cáceres ese número oscila entre los 10 y 15 profesionales.