Francisco Javier Peinado, miembro de la Cámara de Comercio y de la Confederación Empresarial de Badajoz (Coeba), achacó a la falta de liquidez financiera, que dificulta la financiación externa de las empresas, buena parte de los males que en esta crisis aquejan no solo al sector de la construcción, que se resiente más por ser más vulnerable en la actualidad, sino a cualquier otro tipo de empresas.

Sobre el anuncio de suspensión de pagos de la constructora Vicarma y el despido de sus trabajadores, Peinado afirmó que otras empresas pueden seguir el mismo camino si las administraciones no toman medidas, como "inyectar dinero público en el sector financiero para refinanciar todas las operaciones en marcha, a través del ICO --Instituto de Crédito Oficial--".

En su opinión, "el Estado debe tomar cartas en el asunto", porque la situación es "mala, obviamente provocada por la falta de liquidez de las entidades financieras". No cree que sea un problema estructural de la construcción ni la promoción, "es coyuntural y afecta a todo el tejido empresarial". La destrucción del crédito, dijo, provoca el "estrangulamiento de la financiación ajena que llega a las empresas de todos los sectores, lo que ocurre es que hay algunos más sensibles como la promoción de vivienda, ya que las existencias de este negocio son viviendas y solares, con un alto coste de inversión y se financian en un gran porcentaje con capital ajeno".

Por ello afirmó que no es un problema económico, sino puntual de liquidez, porque los precios de viviendas y solares no han bajado, se han estancado las ventas, pero no han perdido valor. "Tampoco comprendo la política de los bancos de no renovar créditos hipotecarios garantizados con bienes que están valorados como hace unos años, que no han bajado".

Para Peinado, el drama de esta situación es el de los empresarios y trabajadores que pierden su empleo.