Alrededor de 150 alumnos de tres a cinco años del colegio Ramón y Cajal rememoraron ayer a ´los piratas del Caribe´ y protagonizaron el único pasacalles que recorrió Plasencia, donde los carnavales han quedado circunscritos a los colegios y guarderías en pases familiares desde que se extinguió la coordinadora del carnaval y el ayuntamiento dejó de impulsar una fiesta que apenas tiene tradición por estas tierras.

La excepción ha vuelto a ser por segundo año la de los escolares de Infantil del Ramón y Cajal, cuyas profesoras-piratas se han propuesto mostrar a sus alumnos en qué consiste la fiesta de don Carnal y ayer provocaron la sonrisa de cuantas personas se los iban encontrando en fila india cantando sus propias chirigotas ´por Espronceda´.