Los gorgeos de los gorriones rompen el silencio en las calles de Collado de la Vera. Forman un gran alboroto en los tejados de las casas ubicadas en el casco antiguo, que se asienta sobre una pequeña loma. Apenas viven aquí 260 habitantes, según el censo.

Tras dejar atrás a varios caminantes que transitan por el acerado junto a la carretera que une Collado y Jaraíz, los primeros movimientos de personas que se detectan en la localidad discurren en el ayuntamiento. En el zaguán de la casa consistorial una docena de pacientes esperan turno para pasar consulta médica.

Rápidamente salen a la palestra para hablar de la carencia de servicios. "En cuanto a los municipales está casi todo cubierto. Ahora, si hablamos de tiendas y entidades bancarias, estamos a cero", apunta una señora, mientras otra defiende que a cambio "tenemos muy buena calidad de vida, además de conocernos todos y llevarnos como una gran familia". Destacan que tienen biblioteca, hogar de ancianos y una activa asociación cultural de mujeres, El Jubileo.

También creen que están suficientemente atendidos, "ya que hay misa todos los domingos y festivos" y el médico y el ATS pasa cada miércoles por la localidad. "Aunque si vinieran algún día más tampoco estaría nada mal", pero si se produce alguna urgencia "nos desplazamos al centro de salud de Jaraíz o llamamos a la ambulancia". Lo que sí echan en falta es el servicio de ayuda a domicilio con el que contaban hasta el pasado septiembre y se suprimió por falta de la subvención.

Mantienen los servicios básicos para atender a una población que en los últimos años se viene manteniendo, según explica la alcaldesa socialista, Montserrat Fernández. Asegura que se mantiene por que "hay una urbanización cuyos edificios son segundas residencias, pero también porque se han venido ciudadanos a venir a Collado", cuenta. Aquí viven varios vecinos que superan los 96 años y en los tres últimos años han nacido cuatro niños y se han registrado dos defunciones. No se cumple la tendencia extremeña. Fernández precisa que no sabe cómo irá el futuro, pero desde luego se esfuerzan por mantener los servicios que ahora prestan "para que la gente no se marche".