En una región donde casi el 80% de los hogares ya disponen de acceso a internet, no es de extrañar que la red vaya ocupando cada vez más, no solo el espacio de ocio y entretenimiento de las familias, sino también de consumo. Desde el sofá de casa se puede comprar ya casi de todo y esa comodidad supone una de sus enormes ventajas para seguir ganando adeptos cada día. Los miedos que hacían titubear a los potenciales compradores parecen que se han esfumado definitivamente, porque pocos se resisten ya a adquirir un producto o contratar un servicio desde casa. Hasta se puede hacer la compra en el supermercado. Basta con buscar, comparar y comprar.

En Extremadura son muchos los que se enganchan a la red para este fin, cada vez más, y las estadísticas no paran de crecer. En los últimos doce meses han comprado por Internet casi 300.000 extremeños de entre 16 y 74 años de edad, lo que supone casi el doble de los datos registrados hace cinco años (cuando se contabilizaron unos 160.000 extremeños).

En España ya son más de 15 millones de consumidores online frente a los 9 millones registrados en el 2011 y la facturación total del comercio electrónico en el país durante el año 2016 alcanzó los 24.185 millones de euros, el 20,8% más que en el 2015, según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

¿Qué compran los extremeños por internet? Casi el 60% de los que ha realizado alguna transacción en los últimos doce meses lo ha hecho para adquirir ropa, material deportivo y alojamientos vacacionales principalmente. Le sigue la compra de entradas para espectáculos (cine, teatro, conciertos,...) y bienes para el hogar. Pero se consume casi de todo. Más de un 2% ha comprado por internet en el último año hasta medicamentos.

VENDEDORES NACIONALES / En su mayoría, los extremeños compran a vendedores nacionales, aunque casi la mitad también reconoce haber adquirido productos a vendedores de otros países de la Unión Europea. El mercado no tiene fronteras y mucho menos por Internet. Por eso las empresas deben adaptarse para no quedarse fuera de este nuevo hábito de consumo que está creciendo a pasos agigantados y ha venido para quedarse.

Con este fin, desde la Junta de Extremadura acaban de aprobar un nuevo paquete de ayudas para los autónomos y las pequeñas y medianas empresas (pymes) de la región para los próximos cuatro años. Porque quedarse al margen del comercio electrónico es perderse una oportunidad de negocio, las compras se hacen cada vez más a golpe de clic y eso empieza a pasar factura a las tiendas físicas.

Para evitar que se queden descolgadas de esta tendencia imparable, el Consejo de Gobierno aprobó el pasado martes un decreto que regula la concesión de nuevas subvenciones para el desarrollo de proyectos de comercio electrónico y el uso de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en las empresas extremeñas. El único objetivo es «mejorar la productividad y competitividad mediante la aplicación de conocimientos y nuevas tecnologías en el ámbito empresarial y comercial».

Las ayudas están dirigidas principalmente a autónomos «o asimilados» y a las pymes que tengan un máximo de 50 trabajadores. Quienes cumplan estos requisitos podrán optar a una ayuda del 80% de la inversión subvencionable, con un máximo de 11.000 euros por beneficiario, independientemente del número de servicios que se pretenda contratar.

El Ejecutivo regional estima que a la primera convocatoria de estas ayudas se podrán acoger del orden de 300 beneficiarios, por lo que el número total de empresarios que podrían beneficiarse rondaría en los próximos cuatro años los 1.200 con una inversión cercana a los 12 millones de euros con cargo a Fondos Feder de la Unión Europea.