El descenso del consumo debido a la crisis económica que sufre el país ha pasado su factura al comercio durante el 2008, pero no tanto como estima el propio sector. Según los datos oficiales, las ventas al por menor en este tipo de negocios cayeron durante el año pasado un 5,6% a nivel nacional; en Extremadura, apenas un 2,1%. En ninguna otra comunidad autónoma la bajada es tan suave ni se está notando tan poco el deterioro de la demanda.

Estos datos no le cuadran al comercio extremeño. Según José María Reino, presidente de la confederación que agrupa en la región a las empresas del sector, la facturación ha caído por encima del 10% respecto al 2007. Pero en el Instituto Nacional de Estadística (INE), responsable de esos guarismos oficiales, defienden su trabajo --solicitan mensualmente información a establecimientos sobre su volumen de ventas--.

Una de las posibilidades que apunta el sector para explicar este baile de cifras es que los resultados de las grandes superficies estén siendo mejores que las del pequeño comercio. Los número del INE respaldan en parte esta teoría. Según sus estadísticas, los pequeños establecimientos y las pequeñas cadenas comerciales han visto mermadas sus ventas entre un 7 y un 9%. Las grandes superficies también están padeciendo las consecuencias de la caída del consumo (venta un 5,9% inferiores respecto al 2007), mientras que el único sistema de distribución que parece estar aguantando la crisis es el de las grandes cadenas (tipo Supermercados Eroski, El Arbol, etc), que prácticamente han facturado lo mismo que durante el año 2007.

"En Extremadura eso no es real", insiste José María Reino. La Confederación Extremeña del Comercio (Confeco) ha sondeado la situación entre sus asociados mediante una encuesta y el resultado es que "prácticamente todos los sectores están por debajo del 10 o el 15% respecto al año anterior".

DIFERENCIAS POR SECTORES En lo que sí coinciden ambas fuentes --aunque de nuevo con cifras distintas-- es en que la crisis no está teniendo la misma repercusión en todos los sectores de actividad del comercio. Así, de momento la alimentación --"comer es básico, es lo último en lo que se recorta", explica Reino-- es la que menos está notando la caída del consumo (-2,5% según el INE y -6% según Confeco). Los negocios dedicados a la comercialización de equipamiento personal --ropa, calzado, complementos y ocio-- están sufriendo algo más (con caídas del 4% para el INE y del entre el 12 y el 15% para Confeco).

Pero si hay un tipo de negocio que de verdad padece las consecuencias de la actual coyuntura económica ese es el relacionado con el equipamiento del hogar: muebles, electrodomésticos, cocina... "En este caso la crisis interna que vive el sector de la construcción y el sector inmobiliario están agudizando el descenso de ventas en este tipo de establecimientos", puntualiza el presidente de Confeco, que cifra en cerca de un 25% esa caída de la facturación en estas tiendas (el INE lo reduce a una bajada del 12,8%).

Por tanto, la evolución de la economía ya está pasando factura al sector, aunque los comerciantes están convencidos de que lo peor aún está por llegar. En las encuestas remitidas a su confederación empresarial muestran su pesimismo de cara a los próximos meses y, sobre todo, advierten de que si la tendencia negativa se mantiene tendrán que despedir empleados. Reino apunta que "más del 70% decían que si sigue cayendo el consumo tendrán que reestructurar sus plantillas y eso que nuestros afiliados son mayoritariamente pymes y negocios familiares con pocos asalariados". De momento, según los datos del INE, el empleo en el sector se mantiene estable.

AYUDA DE LOS BANCOS Ante esta coyuntura el comercio extremeño se suma a las demandas del empresariado en general sobre la necesidad de que las entidades financieras abran el grifo del crédito. En este sentido el presidente de Confeco lo tiene claro: "Si no lo hacen serán muchos los establecimientos que tendrán que cerrar, porque los costes para el empresario siguen siendo los mismos mientras que sus ingresos están cayendo constantemente". Ese dinero, según Reino, no servirá para recuperar las ganancias del sector, "sino que se usará para mantener las empresas y los puestos de trabajo existentes, ese debe ser el objetivo prioritario de todos".

De momento, la Confederación Española del Comercio y La Caixa han firmado un convenio para lanzar durante este 2009 una línea de financiación de 6.000 millones de euros para el comercio y los autónomos. De esta forma, los cerca de 400.000 asociados existentes en toda España podrán mejorar su tesorería, evitar impagos, aprovechar oportunidades de inversión, disfrutar de mayor flexibilidad en los créditos, disponer de más liquidez y podrán renovar sus equipos y recursos.