TCtada sociedad siempre ha criticado determinadas actitudes de la sociedad anterior. Actualmente se pueden leer artículos reprochando a nuestros bisabuelos sus comportamientos con la mujer o con los negros. Hoy, en general, no entendemos por qué por el sexo o por el color de la piel una persona era inferior a otra. ¿Qué se preguntarán dentro de 100 años sobre nuestros comportamientos de hoy?

Los nietos de Antonio y Juanjo no entenderán como el estrés pudo ser la mayor enfermedad de principios del siglo XXI y sobre todo no entenderán que fue creada, sostenida y alimentada por aquella sociedad. Por la competitividad feroz, por las ansias de consumir, por querer tener. Mis bisnietos no entenderán que uno de los remedios que pusimos fueran los tratamientos psicológicos a base de pastillas, creando una espiral donde algunos enfermaban gravemente e incluso morían por estrés. Dirán que no fuimos capaces de gestionarlo y espero que digan que su bisabuelo escribió una serie de escritos que le ayudaron a superarlo.

Como siempre, debemos empezar por reconocer las causas y compartirlo con alguien. En mi caso querido lector, tengo estrés. Me falta tiempo para hacer todo lo que quiero hacer y ante algunas situaciones no decido de manera madura, lo que a la larga me estresa. ¿Es suficiente el reconocimiento para superarlo? No. Pero es necesario. ¿Y ahora? Dos remedios rápidos. Por una parte, cuando tú estés leyendo este artículo yo estaré escribiendo lo que hago y lo que me producen las distintas actividades, incluyendo esta de escribirte a ti. Lo dejaré escrito y en una semana lo analizaré. Por otra, apuntarme a yoga. Compartirlo contigo, escribirlo y yoga. Ya te contaré qué funciona y qué no. Y tú, ¿Tienes estrés? ¿Debes hacer algo?