Un contrato de futuros consiste en un acuerdo entre dos partes en el que ambas se obligan a realizan una compraventa de cualquier bien en una fecha futura en unas condiciones pactadas con antelación. En este caso cada contrato incluirá una tonelada de aceite.

La cámara de compensación juega un papel esencial, puesto que es la entidad que se interpone entre comprador y vendedor en el momento de la apertura del contrato.