"Con pescaíto y dando gracias a Dios". Así celebraron ayer el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia las Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl en Badajoz. Y es que no es para menos. El jurado otorgó el miércoles pasado el galardón --una escultura y unos 50. 000 euros-- a la institución religiosa "por su excepcional labor social y humanitaria en apoyo de los más desfavorecidos desarrollada de manera ejemplar durante cerca de cuatro siglos".

Isabel Machío, sor Isabel, que trabaja en la capital pacense desde 1970, contaba ayer emocionada que la Conferencia Episcopal les había informado de que la orden estaba propuesta para el premio y que recibieron la noticia "con mucha alegría y dándole gracias al Señor, por este honor".

Las hermanas llegaron a Badajoz en 1828 y se incorporaron al hospital Provincial. En la actualidad, la congregación tiene en la ciudad 29 hermanas. Quince de ellas se encargan del comedor social de la calle Martín Cansado, donde se ofrecen además servicios de aseo. Otro grupo de 7 monjas trabajan con los menores de la Casa de Acogida y un tercer grupo realiza en el hospital Infanta Cristina y en el Perpetuo Socorro, además de colaborar en la parroquia de Nuestra Señora de Gracia, próxima a su casa de Ciudad Jardín, donde atienden a inmigrantes.

Para ellas, según destacó sor Isabel, "esta concesión supone una alegría muy grande porque no es sólo para nosotras, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, no las hermanitas de los pobres,--remarcó--, sino para toda la comunidad, es un reconocimiento a nuestra labor".

Sin embargo, las hermanas de la comunidad de Cáceres no estaban tan informadas y comenzaron el día como uno más, ajenas a que eran noticia por el premio. Según contó la superiora, sor Maria Luisa, no estaban informadas. "Nadie nos ha contado nada, yo me he enterado por las noticias de la televisión, pero en cuanto lo he sabido me he llenado de alegría y se lo he contado a las demás hermanas que también lo han vivido con ilusión ", comentaba contenta esta sor que lleva más de 40 años en la congregación.

En cuanto al dinero que va a recibir toda la orden, sor Maria Luisa se mostraba más que contenta. Emocionada señalaba que esta "ayuda es muy buena, porque va a dar un empujón grande a los proyectos en misiones que la congregación tiene entre manos, que son muchos y muy variados".

Diez sedes en la región

En Extremadura hay 10 comunidades repartidas en las dos diócesis, la de Mérida-Badajoz --en Badajoz, Mérida, Olivenza y San Vicente de Alcántara-- y la de Coria-Cáceres --en Cáceres, Membrío, Torrejoncillo, Valencia de Alcántara y Coria--. Sin embargo, todas ellas pertenecen a la provincial de Sevilla, junto con las hermanas de Huelva, Cádiz y Marruecos. En España hay 9 provinciales más y un total de 6.400 monjas.

Pero esta congregación es internacional y continúa su misión traspasando fronteras ya que se extiende a todos los continentes y está en más de 93 países. Además suman ya cerca de 22.000 hermanas repartidas por todo el mundo, con unas 2.500 comunidades.

Y es que su labor, aunque callada y silenciosa, brilla con fuerza y estadísticas: sólo en el comedor social de Cáceres, las hermanas atendieron a 14.762 personas en el 2004. Un servicio que no cae del cielo sino que se logra gracias a la caridad de estas monjas, algunas ayudas municipales y los bolsillos de la congregación.