La justicia ha reconocido la existencia de un caso de mobbing en la Consejería de Agricultura, a la que ha condenado a restablecer de forma inmediata a la afectada "a unas condiciones compatibles con sus derechos fundamentales, inherentes a su condición de funcionaria pública".

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Badajoz ha estimado la demanda que por "vulneración de los derechos al honor, a la dignidad personal y a la libertad de expresión" interpuso contra la consejería María Luz Rueda, jefa de la Sección de Evaluación y Estudios de Sectores Ganaderos desde 1994.

La titular del citado Juzgado declara probado "el calvario" y "la paulatina retirada de su actividad profesional" que esta funcionaria ha venido sufriendo desde que en 1998 publicó una serie de artículos en los que criticaba ciertas actuaciones y actitudes de altos cargos de la consejería; y recurrió, y ganó, la resolución por la que se le impuso una sanción disciplinaria a raíz de las citadas publicaciones.

En su sentencia, la juez reconoce que la situación que vive María Luz Rueda en su puesto de trabajo desde 1998 constituye "un acoso en toda regla" y ve probado que se ha seguido contra ella "un largo proceso que puede calificarse, sin exageración alguna, de persecución".