El último Observatorio de Emancipación Joven del Consejo de la Juventud de España (CJE) muestra que el número de jóvenes parados en la región aumentó en 3.000 personas durante la segunda mitad del pasado año, por lo que la tasa de paro juvenil se sitúa en el 44%. De esta forma lo refleja el último Observatorio de Emancipación Joven del Consejo de la Juventud (CJE), que se realiza cada seis meses a nivel nacional y en el que se analizan las condiciones sociolaborales de la población joven española.

La presidenta del Consejo de la Juventud, Elena Ruiz, presentó ayer en Mérida los números de este informe relativos a Extremadura. Según estos datos, Extremadura cuenta con una tasa de paro juvenil del 44%, una de las peores de todo el país, tan sólo superada por Ceuta y Melilla. En declaraciones recogidas por Efe, Ruiz explicó que tras un año de bajada, es el segundo semestre consecutivo en el que esta cifra aumenta en la región, situando la cifra total en 41.000 personas paradas de entre 16 y 29 años.

Asimismo, apuntó que la mitad de estas son «parados de larga duración», puesto que llevan más de un año buscando trabajo; y el 73% tiene algún tipo de experiencia laboral. Estos datos señalan también que casi la mitad de los jóvenes parados extremeños sólo tiene los estudios secundarios obligatorios. Los datos muestran también que la inactividad entre los jóvenes extremeños, causada «principalmente por estar estudiando», ha sufrido un leve descenso pero «probablemente se deba a que han abandonado la región». Durante este periodo, también bajó la población joven asalariada en un 10%, colocando la cifra en 5.000 personas.

La presidenta valoró el descenso del número de contratos temporales de formación y prácticas, con una reducción del 70% en el último año, pero recuerda que «siguen siendo mayoritarias las de carácter temporal», dadas en un 97% de los casos. Además, Extremadura es «la segunda Comunidad Autónoma con más jóvenes ocupando puestos de trabajo de horas insuficientes a las que estarían dispuestos a desempeñar, con un 22% de subocupación, y además requieren menor formación de la que tienen, con un 63% de sobrecualificación».