Son un ejemplo para la conservación de lo autóctono, en concreto, de la dehesa extremeña y del ganado de raza berrenda, muy ligado a la primera. La Fundación Félix Rodríguez de la Fuente ha promovido en Plasencia un encuentro con ganaderos y agricultores en el que se han puesto de manifiesto experiencias ejemplares de conservación de la biodiversidad. Enrique Vega y Vicente Matías representan a dos asociaciones de ganaderos que que apuestan por nuevos caminos para conservar lo autóctono y mantener la biodiversidad de todo el ecosistema. Han contado su experiencia para incentivar a otros ganaderos y agricultores de la región.

Oscar Prada, representante de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, los pone de ejemplo porque "no hay mejor predicador que el que predica con el ejemplo y apostar por la biodiversidad es apostar por el desarrollo rural; no solo por la vida salvaje, sino también por la biodiversidad".

En su opinión, estas experiencias ejemplares tienen "un beneficio económico, ecológico y social" y destaca que "se han desarrollado en el medio rural".

Así, Enrique Vega representa a la Unión de Ganaderos 2008, una asociación que cuenta con unos 200 asociados de todo el norte de la región. Su apuesta es la conservación de la dehesa extremeña para así mantener todo lo que se desarrolla y vive a su alrededor: ganado, fauna y flora.

La propuesta de su asociación es conservar la dehesa a través de la reforestación, de la plantación de árboles que permitan "regenerar la dehesa" y todo ello "con la presencia del ganado en las fincas". ¿Cómo lo han hecho? Vega explica que los ganaderos han aprovechado la regeneración natural del espino alvar, una especie con muchas espinas que favorece el que el ganado no se acerque. Así, "lo que hemos hecho es sembrar dentro la encina o el alcornoque, que queda protegido por las espinas de la boca del ganado", explica. En el caso de zonas donde no haya espinos, lo que se hace es "aprovechar una valla natural y construir otra paralela a un metro y medio de distancia para sembrar en medio y así las vallas impiden que el ganado llegue y es una manera más barata de prolongar la vida de los árboles.

Calcula que se pueden sembrar unos 500 árboles en mil metros de terreno y destaca que "así tendremos siempre árboles nuevos, que sustituirán a los que enferman o se mueren y es una forma de regenerar una dehesa que está en decadencia. Esta es una forma de mantener la dehesa viva, mediante una gestión sostenible de la dehesa".

Muy ligado a la dehesa está el ganado de raza berrenda. Vicente Matías es directivo de la asociación extremeña de criadores de ganado de raza berrenda y advierte que se trata de "una raza autóctona que está en peligro de extinción porque hay unas 10.000 en España y solo de 1.200 a 1.400 en Extremadura".

Así, su apuesta es la de aumentar el número de cabezas de ganado, para lo que destaca la importancia de "la lucha del ganadero, la ayuda entre asociaciones y la fuerza que tiene la Junta de Extremadura".

En su opinión, la única forma de mantener y aumentar este tipo de ganado y así lo advierte a los ganaderos, es conservando la biodiversidad de la dehesa y "no sobreexplotarla de animales, no llevarlos allí como si fuera un cebadero. Hay que mantener la dehesa para conservar la raza".