El consumo de medicación contra la depresión, la ansiedad y otras patologías psiquiátricas crece en Extremadura durante los últimos años. Según datos ofrecidos por la subdelegación de salud mental del Servicio Extremeño de Salud, la dispensación de psicofármacos en la región se incrementa cada año entre un 5% y un 8%, por lo que se trata de un crecimiento lento pero prácticamente lineal. En contra de lo que pudiera pensarse, los meses duros de crisis económica no han hecho aumentar el consumo de este tipo de medicación. En el caso de los antidepresivos, su uso incluso ha crecido menos que en años anteriores, ya que mientras su consumo subía un 7,1 % entre el 2006 y el 2007, en los últimos doce meses tan solo se registró un incremento del 6,3 %.

Este incremento se ha verificado tanto en los fármacos antidepresivos como en los que tratan la ansiedad o el insomnio. Se trata de cifras obtenidas según la cantidad de dosis diarias definidas (DDD) que se consumen al año en la comunidad autónoma extremeña y comparadas después en periodos interanuales.

ANSIOLITICOS Parecidas cifras encontramos en el uso de ansiolíticos o de fármacos hipnóticos-sedantes. La toma de medicamentos contra la ansiedad crece un 4,8%, algo menos que en el periodo interanual anterior (un 5,2%), al igual que en los sedantes, cuyo uso se incrementa un 5,7%, una décima menos que entre el 2006 y el 2007. En general, el consumo de los psicofármacos sigue creciendo a un nivel regular, aunque en los últimos doce meses ese incremento tenga un ritmo menor.

FACTORES DE RIESGO No se puede decir, por tanto, que la crisis haya tenido en Extremadura ningún tipo de incidencia sobre el consumo de este tipo de tratamientos farmacológicos. Aunque se considera este dato como tranquilizador y positivo, los especialistas advierten que situaciones de mala situación económica en las familias y las incertidumbres laborales son siempre factores de riesgo para que aumenten los tratamientos psiquiátricos, por lo que si la crisis se mantiene sí que es probables que se registrasen incrementos visibles en el consumo de fármacos.

Por último, los médicos recuerdan que en psiquiatría no todo son pastillas. Además de los fármacos, en muchos casos las diferentes formas de psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual o la terapia interpersonal, también son tratamientos válidos a la hora de poder afrontar los cuadros de ansiedad o las depresiones.