El Instituto de Consumo de Extremadura advirtió ayer de la existencia de un silbato de plástico infantil que puede resultar peligroso para los más pequeños. El juguete ya causó hace unos días el ingreso de un niño de 13 años, natural de Coria, en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. El chico presentaba síntomas de asfixia debido a una lesión en el hemitórax derecho, que se produjo como consecuencia de la ingesta del silbato, que hay que introducir en la boca para que funcione.

Es un juguete que mide menos de dos centímetros y que colocándolo encima de la lengua imita sonidos típicos de personajes infantiles o de animales, según se indique en la pegatina exterior que los cubre. Su interior es hueco, y consta de tres partes: dos elementos cóncavos y una membrana de látex, que es la que produce el sonido al soplar. Así, la forma de uso y el pequeño tamaño facilitan que pueda ser aspirado, alojándose en la tráquea de los más pequeños y causando riesgo de asfixia.

Según informó ayer a este diario José María Pérez, del Instituto de Consumo de Extremadura, "la familia del niño ingresado en Cáceres lo había adquirido en un mercadillo medieval en Barcelona", y dado que no lleva ningún tipo de etiquetado ni indicación del fabricante, y que el mecanismo que utiliza es muy sencillo, "es posible que sean los propios artesanos los que los fabriquen para mercadillos y ferias medievales".

Los dos silbatos que están en poder del Instituto de Consumo de Extremadura se han comprado fuera de la comunidad: en Barcelona, el que causó el ingreso del niño de Coria, y otro que fue adquirido por una familia de la región en un mercadillo de playa. Pérez indicó que a pesar de que el juguete "no ha sido localizado durante las inspecciones de Consumo en ningún punto de la región, los agentes tienen conocimiento de que su vía de distribución son las ferias medievales y artesanales".

Por ello, aunque el producto ya se ha incluido en la red de alerta nacional del Sistema de Intercambio Rápido de Información (SIRI) para su retirada del mercado, desde el Instituto se ha puesto en marcha una campaña informativa, dirigida a todos los ayuntamientos de la región, porque consideran que en agosto aumenta el riesgo. "En este mes todos los pueblos extremeños están en fiestas y en ellas siempre suelen instalarse mercadillos y tenderetes donde podría encontrarse el juguete", señaló Pérez. Así, mediante un comunicado, con fotos incluidas, se alerta a los municipios para que todos los consumidores puedan detectar el producto sin problemas.

José María Pérez recordó que en el 2006 ya hubo una alerta similar por un silbato de las mismas características, que fue encontrado en el País Vasco, "aunque hasta ahora no se había vuelto a repetir". Es un producto "difícil de conseguir", pero aún así, desde Consumo aconsejan a los padres "que tengan mucho cuidado con los juguetes que compran a sus hijos y que extremen las precauciones ante casos como estos".