El consumo de medicamentos genéricos se mantiene prácticamente intacto en los últimos años en Extremadura. Hace una década la prescripción de estos fármacos apenas suponía el 12% del total de envases dispensados a través de recetas. El objetivo fijado por la administreción era entonces alcanzar una cuota del 30% y se consiguió: actualmente el 37% de los medicamentos prescritos son genéricos. Pese a la evolución en esta década, en los últimos cuatro años la cifra se ha estancado. Según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad, en el 2013 suponía el 35,9% y a partir de 2014 se alcanzó el 37,6%, un dato similar al que se prevé cerrar este año 2017.

Con esta cifra, Extremadura se sitúa ahora en el furgón de cola nacional. Según el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud de 2016, es la segunda comunidad con un menor consumo de medicamentos genéricos. Solo Murcia registra un dato más bajo, con un 34% sobre el total de medicamentos mientras la media nacional está en el 48%. Encabeza el ranking nacional la comunidad de Andalucía, con un consumo de genéricos del 56,4% en el 2016.

«Hemos hecho muchos esfuerzos por introducir la política de genéricos, pero como todo, también tiene su ciclo», señala Cecilio Venegas, presidente del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Badajoz. A su juicio, la introducción de este tipo de medicamentos más baratos «ayudó mucho a bajar la cascada de precios porque si las marcas querían competir con el genérico, que tiene un precio mucho menor, tenían que bajar a sus costes». Y eso es lo que ha pasado: «la marca ha bajado a precio de genérico y ya no hay prácticamente esa competencia porque no existe esa caracterización especial que hacía inclinarse por el consumo de genéricos», apunta Venegas, que reconoce el estancamiento generalizado de este tipo de fármacos.

Entre los motivos está precisamente que ya no supone una ventaja económica, como reconoce también la propia Federación Empresarial de Farmacéuticos Expañoles: «es una gran desventaja competitiva para los genéricos que dichos medicamentos y los de marca con el mismo principio activo tengan idéntico precio». Asegura que estos «pone en evidencia la política de precios de referencia, cuya incidencia en el mercado es cada vez menor».

De hecho, su precio se aprecia en las estadísticas. En Extremadura, el 37% del total de medicamentos facturados son genéricos y sin embargo estos suponen el 16% del gasto total en fármacos. Aún así Venegas señala que se trata básicamente de una decisión que viene determinada por el facultativo en su receta. «Si el médico prescribe marca se da marca y si prescribe principio activo se da genérico», apunta. Y según se aprecia en los datos facilitados por la Consejería de Sanidad, en Extremadura dos de cada tres medicinas no se prescriben por principio activo. Entre otras cuestiones, hay quien no lo hace porque tampoco existen genéricos de todos los fármacos en el mercado. El genérico puede existir cuando el laboratorio que ha creado el fármaco original pierde el derecho de patente tras diez años de fabricación exclusiva. «Hay medicamentos que no tienen genéricos y entre ellos están las novedades terapéuticas; entonces los principios activos quedan para tratamientos que son más continuados o tradicionales», expone Venegas.