La Consejería de Trabajo sancionó el año pasado a un total de 114 empresas que realizaban contratos temporales concatenados de forma ilegal. Así, las inspecciones lograron que 583 contratos irregulares se convirtiesen en fijos, al tiempo que las compañías han tenido que hacer frente a una sanción de en torno a 30.000 euros.

La titular de la Consejería, Violeta Alejandre, explicó que esta campaña especial de la Inspección de Trabajo del Estado tenía como objetivo tratar de reducir los riesgos laborales, puesto que "nadie pone en duda la relación entre riesgos y precariedad laboral". Y es que, señaló la consejera, los trabajadores con contrato temporal suelen ser presionados para que realicen las acciones más peligrosas hasta el punto de que "son más vulnerables".

Por otra parte, Violeta Alejandre explicó que los 13 inspectores que actualmente operan en la región dedican el 70% de su tiempo a actividades encomendadas por el Gobierno central y el 30% restante a las encargadas por la Junta. A su juicio, lo ideal sería una distribución del 50% para cada Administración y un sensible aumento de la plantilla, puesto que incluso se ha reducido el número de inspectores en los últimos años pese al aumento del número de trabajadores.