Las convocatorias de oposiciones van a cambiar próximamente, ya que no se harán de forma "masiva" sino "gradualmente", atendiendo a las necesidades de "cubrir las vacantes en cada una de las especialidades". Así lo anunció ayer el consejero de Administración Pública y Hacienda, Angel Franco. En este sentido, recordó que el último proceso selectivo de la Junta de Extremadura fue "muy abultado", ya que se presentaron más de 90.000 aspirantes aunque finalmente concurrieron 55.000 personas. Por este motivo, "se colapsa la administración, porque es muy difícil de atender esta demanda", comentó. Es más, a finales del pasado año, en exámenes celebrados en noviembre en Cáceres, la masiva presencia de opositores colapsó el tráfico en las principales arterias de la ciudad, formándose colas tremendas.

Para evitar esta situación, Franco indicó que se abordarán una serie de medidas en relación a los empleados públicos, tales como la agilización de los procesos selectivos y de los concursos de traslado.

Se trata, dijo, de que "no haya que esperar tanto tiempo para que se convoquen pruebas selectivas", sino que se vaya haciendo de manera progresiva, sin esperar a que todas las especialidades estén dispuestas a convocar.

En ese sentido, anunció que el Consejo de Gobierno "aprobará dentro de poco" la Oferta Pública de Empleo "y a partir de ahí y una vez que vayan finalizando los procesos selectivos en marcha, procederemos a ir convocando pruebas selectivas".

En materia de empleados públicos, también anunció que en dos años estará lista la ley de función pública, que entre otras cosas, premiará la mejor cualificación y el mayor esfuerzo y dedicación a la hora de avanzar en la carrera profesional.