Los cooperativistas no están dispuestos a renunciar a la distribución de carburantes, aunque la Comisión Europea ha prohibido la medida de apoyo al sector agrícola aprobadas por España tras el alza de precios del 2000, que eliminó la exigencia a las cooperativas de constituir sociedades mercantiles para servir combustible a terceros, así como el límite máximo del 50% para estas operaciones. Para la UE, estas iniciativas suponen una ayuda de Estado que favorece la competencia desleal con las sociedades que ejercen esta actividad y que, por tanto, podría obligar a devolver.

Desde la Asociación de Estaciones de Servicio de Extremadura celebran, con recelo sobre cómo se aplicará, esta decisión, mientras Cooperativas Agro-Alimentarias muestra su intención de mantener este negocio, que desarrollan unas 80 cooperativas, a las que están asociados en torno a 20.000 agricultores y ganaderos.

Para la Comisión Europea, el problema no reside en los combustibles a los que tienen acceso estos productores asociados a las cooperativas, sino en el que estas venden a terceros. Hacer esto sin constituir una entidad jurídica distinta es, a su juicio, "una ventaja selectiva", ya que siguen beneficiándose de un tratamiento fiscal más ventajoso, lo que ha sido denunciado por la representación de las Estaciones de Servicio.

Así lo entiende también su máximo responsable en la región, Casto Bravo, que asegura que la venta a terceros contituye una "competencia absolutamente desleal" hacia las gasolineras tradicionales. "Por supuesto que no tenemos nada que objetar a que las cooperativas tengan un régimen fiscal especial o ventajas para sus socios, pero cuando venden a terceros se convierten en competencia desleal hacia nosotros, aparte que esa actividad incluso puede considerarse un perjuicio para sus propios socios", considera.

En cambio, para el presidente de la sectorial de Suministros de Cooperativas Agro-Alimentarias de Extremadura, Manuel Rodríguez, la venta a no asociados es, en la mayoría de los casos, "imprescindible" para la cooperativa. "Tenemos que hacer rentable los negocios y eso se consigue con una cartera mayor de clientes, es simple", defiende.

SER COMPETITIVOS En esta línea, Rodríguez explica que las cooperativas están obligadas a ser competitivas. Según detalla, su objetivo primordial es facilitar a sus asociados de todos aquellos bienes o servicios que precisen para desarrollar su labor (fertilizantes, semillas, aperos, productos fitosanitarios...), incluido el carburante. Pero, para poder llevar a cabo esta función --continúa-- en la mayoría de los casos precisan abrir su oferta a los no asociados, para tener una clientela suficiente que haga rentable prestar ese servicio.

De este modo, considera el presidente de la sectorial de Suministros de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura, las cooperativas cumplen incluso una función de vertebración del territorio, dotando de servicios como el suministro de carburantes a zonas que para otros no son rentables. Por el contrario, Casto Bravo opina que lo que se proporciona es un servicio de menor calidad --en el que, por ejemplo, las medidas de los litros que se sirven no están garantizadas-- y robando el mercado a otras empresas, que no tienen ventajas fiscales.

Por ahora, la Comisión Europea debe publicar su disposición y los términos en los que esta debe ser aplicada, si bien desde Cooperativas Agro-alimentarias se han solicitado ya varias reuniones con el Gobierno para tratar este tema.