Las presas de Alange, Villar del Rey, Guadiloba y Jerte abastecen a las ciudades de Mérida, Badajoz, Cáceres y Plasencia, respectivamente. Las abundantes lluvias caídas a lo largo del presente año, sobre todo en la última semana, ha provocado que los pantanos dupliquen el agua embalsada en doce meses y ganen 4.375 hectómetros cúbicos; el equivalente a cuatro veces lo que todas esas presas juntas pueden almacenar. De hecho, importantes embalses como el de La Serena, Zújar, Orellana y Cedillo han sobrepasado con creces el 80% de su capacidad de almacenamiento, cota próxima a la que las confederaciones hidrográficas estiman para desembalsar, algo que podría suceder en breve en algunos casos, según apuntó el pasado miércoles el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

Las presas de la cuenca del Guadiana están casi al 80% de su capacidad y las del Tajo al 62%, según los últimos datos registrados por las confederaciones a fecha del 7 de diciembre. En la misma fecha del pasado año los pantanos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) estaban al 37,6% mientras que los de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) almacenaban un 41% del agua que pueden albergar. Esto supone que han ganado en un solo año un tercio de la capacidad total que pueden almacenar todas las presas de la región juntas.

Las del Guadiana están mucho más llenas que las del Tajo, y la situación es especialmente significativa en la de La Serena, que almacena 2.731 hectómetros cúbicos de agua y está al 85% de su capacidad, cuando hace un año no llegaba al 36%; en la de Alange, que hace un año estaba en alerta por sequía (20,6% de su capacidad) y ahora supera el 73%; en la del Zújar, que supera el 90%; la de Orellana, que está al 81% y la de Los Molinos, que está al 100%. En la cuenca del Tajo, el embalse de Cedillo está al 92% de su capacidad, Sierra Brava al 75% y el de Alcántara (el mayor de toda Extremadura) se acerca al 65% de su capacidad, con más de 2.040 hectómetros cúbicos de agua almacenada.

Conviene recordar que el pasado mes de febrero, y ante las intensas lluvias registradas también entonces, diez de las más importantes presas de la región desembalsaron agua para garantizar la seguridad de estas infraestructuras, una media de las confederaciones hidrográficas cuando superan el 80% de nivel de almacenamiento.

En todo caso, Fernández Vara aclaró el pasado miércoles que todavía queda "mucho margen y mucha capacidad de gestionar ese agua", por lo que "no hay que preocuparse en absoluto". Las confederaciones hidrográficas, apuntó, están realizando "pequeños achiques" de agua, pero "no hay nada en estos momentos que indique que haya que hacer nada especial", ya que todavía queda margen hasta alcanzar el 90%, cota límite.