La Confederación de Entidades para la Economía Social y Autónomos de Extremadura (Cepes) nació ayer en Mérida con el objetivo prioritario de defender a los colectivos integrados y convertirse al mismo tiempo en un interlocutor válido con las administraciones.

Su presidente, José Alberto Hidalgo, destacó la evolución de este tipo de empresas en los últimos años. Tanto es así, dijo, que cara a los próximos años uno de sus objetivos es el de entrar en el reparto de las obras del AVE, ya que las cooperativas y pequeñas empresas extremeñas "pueden hacer todo incluso mejor que los de fuera". Aún así, aclaró que "el AVE es muy importante, pero no es la panacea".

Por su parte, el consejero de Economía y Trabajo, Manuel Amigo, resaltó el peso de las empresas de economía social en Extremadura, puesto que suponen el 37% del Producto Interior Bruto de la comunidad y tienen hasta 154.400 trabajadores. Además, dijo, el tejido empresarial extremeño "está preñado de estas microempresas" que, entre otras cosas, sirven para fijar la población en los núcleos rurales de la región. Por último, dejó claro que están capacitadas para acometer las obras del AVE.