Fue minutos después de las dos de la tarde cuando la decena de vecinos que aún se encontraban en sus viviendas del Rincón de Caya, en Badajoz, vieron a un helicóptero del 112 sobrevolar la zona. Para aquel entonces llevaban aislados más de veinte horas y los bomberos del parque municipal ya tenían preparada una zodiac en la orilla del río para iniciar el rescate de estas familias.

El helicóptero, procedente del Servicio Extremeño de Salud (SES) de Don Benito, aterrizó en la gravera que hay junto a las casas y comenzó a evacuar a los vecinos, entre ellos dos niñas y un niño de corta edad. Nueve fueron trasladados en tres vuelos hasta el helipuerto del Infanta Cristina, mientras que otro, el vigilante de la gravera, decidió permanecer en el lugar bajo su responsabilidad, pese a la insistencia de los equipos de emergencia para que lo abandonara. Pasadas las 15.30 horas el dispositivo se dio por finalizado.

La evacuación se realizó sin problemas en una operación que se había iniciado horas antes y en la que participaron, además del 112 y los bomberos, la Guardia Civil, Protección Civil y la policía local. De hecho, sobre las doce de la mañana era un helicóptero del Infoex con base en Monfragüe el que iba a participar en el rescate, pero la adversa climatología obligó a que se abortara el vuelo.

La voz de alarma se dio de madrugada. A pesar de que las previsiones eran que el caudal del río iría en descenso, las familias que habían permanecido en sus casas veían como el agua estaba cada vez más cerca y que el río ya no se podía cruzar ni con las pesadas excavadoras de la gravera. La madrugada de ayer la pasaron en vilo, nerviosos y comprobando constantemente cuánto subía el nivel del agua.

Al otro lado de la orilla esperaban familiares, vecinos y curiosos --se podían contar hasta una veintena de coches--. Algunos achacaban la situación a que "el río no se limpia" y otros insistían en que habría que construir un puente más elevado para que este núcleo de viviendas no se quede aislado. Es la segunda vez en diez días que tienen que desalojar este núcleo de viviendas, aunque la otra vez el agua no estuvo tan cerca de las casas.

El director del 112, Miguel Angel Ruiz, que se trasladó a la zona junto al concejal de Bomberos, Francisco Javier Gutiérrez Jaramillo, señaló que aunque de momento el agua no había llegado a las viviendas y no se habían producido incidentes, el riesgo era que si no se actuaba, sería complicado hacerlo posteriormente ante una situación de emergencia.

La Guardia Civil ha cortado el camino de acceso para que ningún vecino entre de nuevo y la recomendación de los servicios de emergencia es que sean prudentes y no vuelvan a las casas en los próximos días aunque disminuya el nivel, porque cuando llegue el agua del desembalse de los pantanos volvería a quedar la zona aislada. "En el momento en el que el agua sobrepase el puente dos dedos ya tienen que plantearse desalojar", dijo Gutiérrez.

Mientras, la Policía Local permanecía atenta a las indicaciones de los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) que estaban realizando mediciones del caudal del río a su paso por Badajoz por si en los próximos días continúa en aumento y fuera necesario cortar el puente de la Autonomía, que es el que tiene la cota más baja de los cuatro que cruzan el Guadiana a su paso por Badajoz.

TAMBIEN EN TORREMAYOR Por otro lado, dos personas que habían quedado aisladas por el agua en una finca de la localidad pacense de Torremayor también tuvieron que ser rescatadas ayer en una lancha zodiac por efectivos de Cruz Roja. La finca en la que se encontraban está ubicada en la la carretera de La Garrovilla a Torremayor y se había inundado a causa de las lluvias y de los desembalses realizados en varios pantanos. No hubo que lamentar daños personales.