El crédito al consumo está «desbocado» en Extremadura y en el país, una situación de «sobreendeudamiento» que es difícil afrontar para muchas personas y que se agrava en épocas como la Navidad por el incremento de los gastos a causa de las fiestas, por lo que hay que tener precaución al suscribir esos préstamos.

Así lo ha dicho, en declaraciones a EFE, la técnico de la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE), Lali Bermejo, que ha explicado que la formalización de ese tipo de créditos ha subido este año en el país el 10 por ciento, lo que es «insólito» en la UE, cuyo Banco Central ha advertido ya del riesgo de ese excesivo endeudamiento de la población.

Según un estudio del Grupo BNP, los consumidores solicitan de media 6.000 euros al año para financiaciones, lo que supone un incremento del 25 por ciento, aproximadamente, con respecto a 2016 y esta subida se ha experimentado en todos los sectores, a excepción del dental.

Entre los productos más demandados figuran, ha subrayado Bermejo, especialmente los automóviles, lo que es lógico porque es una necesidad en los ámbitos laboral y familiar.

No obstante, luego destacan otros no tan necesarios como los artículos tecnológicos y los teléfonos móviles, ya que son gastos que no son imprescindibles para las economías domésticas.

En este sentido, la técnico de la UCE ha señalado el gasto en algunos móviles, que oscila entre los 900 y 1.000 euros, «caprichos», y que esa inversión se podría comparar con la adquisición de una motocicleta para hacer desplazamientos.

A todo esto se agrega que ahora se está «en el mes del gasto por excelencia, diciembre» a causa de la Navidad, unas fechas en las que las familias «realmente deben hacer un esfuerzo para llegar a fin de mes» porque, al margen de lo que se ha destinar a temas básicos como la alimentación y el pago de las hipotecas y la factura del suministro eléctrico, hay muchos extras casi ineludibles.

«Salidas con familiares y amigos, sus majestades los Reyes Magos de Oriente, etcétera», ha dicho Bermejo, que ha añadido que en numerosas ocasiones las financiaciones suponen «un mayor varapalo» y se accede a ellas «buscando una salida económica que agudiza más lo que se sufre en las casas».

TIPOS DE INTERÉS / En esta línea, ha resaltado el tipo de interés de esos créditos, sobre todo los «rápidos», que tienen tipos de interés muy altos, de hasta el 26 por ciento.

Ante esto, ha explicado que los usuarios extremeños deben asegurarse de que la financiación que solicitan «es para algo que realmente necesitan» y, especialmente, si tienen la capacidad para hacer frente a los pagos mensuales de los recibos.

Si no es así, ha destacado Bermejo, lo que hay que hacer es no recurrir a los créditos «en ningún caso» y «no firmar con desconocimiento» porque en muchos casos los documentos que se presentan a los consumidores son difíciles de interpretar.

Otra salida es contactar con la entidad financiera habitual, y no con la ocasional, y lograr intereses más bajos para que «el esfuerzo económico sea menor».

Ha aseverado también que este problema ya se sufrió al comienzo de la crisis económica y los años posteriores, y que aunque la situación es mejor es preciso «aprender de los errores» y no contraer obligaciones de pago superiores a la capacidad económica personal.

«Una crisis en una casa es que mañana hay que ponerle brackets al niño, que alguien de la pareja se ha quedado en paro y hay que pagar la hipoteca, el agua, la luz, la comunidad, los seguros, la comida...», ha señalado.