La crisis que está atravesando el sector del automóvil en España también pasa factura a las empresas que conforman la industria auxiliar extremeña. Todas han visto reducida sensiblemente su actividad, por lo que algunas de ellas han tenido que realizar ajustes en sus plantillas.

Deutz Diter, que fabrica componentes de motores para maquinaria y camiones, es la empresa del sector más grande en la región. En los últimos meses la cifra de trabajadores se ha reducido un 30% tras prescindir de cerca de 250 empleados eventuales y siete indefinidos. En plantilla quedan 520 personas, según el presidente del comité de empresa, Manuel Pérez Castillo. Pero además, empresa y sindicatos han pactado un paro de 10 días laborables --entre el 9 y el 22 de diciembre-- para detener la producción sin tener que recurrir a más despidos. Sumando festivos, fines de semana y vacaciones de navidad, la fábrica segedana estará cerrada todo un mes, desde el próximo viernes hasta el 7 de enero.

Diter ya no produce motores, sino únicamente componentes --como culatas, poleas o colectores-- que después envía a Alemania. Allí, la empresa matriz --Deutz AG-- dispone de una fábrica donde realiza el montaje final. "El grupo tenía previsto para este año comercializar 320.000 motores, pero no va a llegar a 270.000. Eso ha obligado a ajustar la producción y para el 2009 la previsión es de 200.000 motores", apunta Pérez Castillo. Esta caída de ventas ha provocado la reducción de empleos y el paro técnico.

SOLUCION PROVISIONAL "Es la solución que nos han ofrecido de momento. Pero nadie nos garantiza que en los próximos meses la empresa no presente un expediente de regulación de empleo (ERE) si la situación va a peor. La plantilla está muy preocupada", explica.

Algo similar, pero a menor escala, ocurre en Catelsa Cáceres. Marcelo Muriel, gerente de esta planta del Grupo Hutchinson, precisa que su actividad está totalmente ligada al sector del automóvil. "Creamos piezas de caucho y termoplástico para la fabricación de automóviles. Si los pedidos en la industria caen, los nuestros también. En estos momentos la producción se ha reducido entre un 30 y un 35%".

Catelsa mantiene, según su gerente, a los 284 empleados fijos de plantilla. Pero está prescindiendo de los contratos eventuales --unos 30, aunque la cifra varía en función de la época del año--, que no se están renovando. Y está ajustando la producción en las últimas semanas dando días de vacaciones a la mayoría de los trabajadores. Pese a todo, Muriel pide tranquilidad: "No se contempla un ERE ni nada por el estilo".Pero el crac del automóvil se está dejando notar en otras empresas extremeñas de menor tamaño pero cuya actividad también está ligada a la industria de la automoción. Remotal es una de ellas. Afincada en la localidad cacereña de Zarza de Granadilla, fabrica carrocerías y remolques y entre sus clientes están marcas como Iveco, Renault o Volvo. "Estamos al 30% de actividad y echando a gente todos los días", lamenta su gerente, Antonio Luis López, que explica que se han visto afectados directamente por el descenso "de entre el 75 y el 80%" registrado en España en las ventas de camiones. Los pedidos comenzaron a bajar en julio y agosto y, desde entonces, su plantilla ha pasado de 24 empleados a 17. La facturación anual también se resentirá notablemente: si el año pasado fue de tres millones de euros, este ejercicio rondará los dos millones.

Un 20% de la actividad de Transformaciones Segedanas lo concentra la fabricación de piezas para vehículos de motor (fundamentalmente poleas para maquinaria industrial, civil y agrícola), una porción de negocio que "se está resintiendo mucho", indica Manuel Rosas, director financiero de esta firma de Zafra. En su caso, la diversificación les está permitiendo sobrellevar la situación, de manera que los componentes para la industria de la energía solar y la aeronáutica (participan en el proyecto del modelo de Airbus que se está ensamblando en Sevilla) "nos están ayudando a salir de la crisis".

En Maquinaria Agrícola Tierra de Barros producen remolques agrícolas para transporte y repartidores de estiércol y pienso, entre otros equipos. Dentro de la maquinaria agrícola su producción ha caído entre un 30 y un 40% desde el verano, "cuando se han comenzado a dar los precios de las cosechas", asegura Juan Antonio Moreno, jefe de taller de esta empresa. Peor es aun la situación en las máquinas destinadas a los ganaderos, para las que en medio año el descalabro ha sido del 80%.

Rafael Iduya es el gerente de Hermanos Perianes, una empresa que fabrica "todo tipo de carrocerías" para "todas las marcas" de camiones del mercado, entre ellas Renault y Nissan. En los últimos meses la actividad ha disminuido entre un 80 y un 90%. Iduya agrega que "no se vende nada, solo hay reparaciones". Precisamente, el aumento de este tipo de trabajos "aunque no ha sido mucho", es lo que está permitiendo subsistir a la empresa. "Si no tendríamos que haber despedido a todos".

"En los últimos 3 meses nuestras ventas han bajado un 70%", apunta Francisco Gallardo, gerente de Galpe Secaex, un firma que confecciona y adapta carrocerías de camiones y autobuses para su uso en autoescuelas. Esta es, según Gallardo, la peor crisis que ha vivido la empresa desde que abrió sus puertas, hace más de dos décadas. Si habitualmente entregan entre 100 y 125 unidades al año, este ejercicio verán reducida la cifra a alrededor de 60. De momento mantienen la actividad pero a costa de "aumentar el estoc".