Luis Morán, miembro de la Federación Extremeña de Turismo Rural y socio de la empresa Ruralgest, afirmó ayer que la crisis económica se hace notar en el turismo rural en Extremadura. Este año, las reservas se han reducido en un 30% en comparación con el verano anterior. Tanto es así que algunos empresarios de este sector han solicitado la declaración de "zona catastrófica del turismo rural". Debido a ello, pedirán a la Junta ayudas susceptibles de subvención, además de una campaña institucional que les apoye para hacer frente a las dificultades que se derivan de esta situación, según informó ayer Ruralgest.