La crispación entre las organizaciones agrarias y la Junta por el brote de brucelosis vacuna que mantiene inmovilizadas en el noroeste de Extremadura 40.000 reses, según la Consejería de Agricultura, y 50.000, según Asaja, alcanzó ayer su punto más alto con la manifestación de más de 300 ganaderos en Mérida.

Mientras los profesionales del campo, liderados por Coag y Asaja, demandan más ayudas y mejores medidas sanitarias, el Gobierno extremeño defiende el plan de choque que está desarrollando para reducir al mínimo la incidencia de una enfermedad que, asegura, está afectando a varias autonomías. Este plan incluye la inmovilización de reses en mil explotaciones, medida calificada como "necesaria aunque molesta" por el consejero de Agricultura, José Luis Quintana, quien tachó de "irresponsable" la petición de que se flexibilicen los movimientos de ganado.

Un día después de que la Junta aprobara un paquete de ayudas por importe de 283.000 euros para paliar los efectos de la brucelosis, más de 300 ganaderos, según fuentes policiales, y unos 700, según los convocantes, Coag y Asaja, se manifestaron para solicitar al Ejecutivo autonómico medidas eficaces.

LAS PANCARTAS Precedidos por un tractor, ganaderos y familiares afectados por el brote recorrieron la capital, algunos de ellos ataviados con mascarillas, portando pancartas en las que se leía Brucelosis: niños en peligro o Ibarra, soluciones a la brucelosis ya . El decreto aprobado por el Consejo de Gobierno para la reposición de reses en fincas sometidas a campañas de saneamiento no convence a Coag y Asaja, que denuncian que los orígenes del foco se remontan a 1999.

Ante la sede de la Presidencia de la Junta, los máximos dirigentes de Asaja y Coag, Angel García Blanco y Luis Cortés, respectivamente, registraron un documento con sus reivindicaciones tras no ser recibidos por Ibarra.

Según sus datos, hay 1.572 explotaciones inmovilizadas por el brote, lo cual afecta a unas 1.250 familias. Además, aseguraron que el foco se ha convertido en un problema de salud pública como demuestra el hecho de que a 16 vecinos de Valrío se les ha diagnosticado la enfermedad.

LA REPLICA La Junta, por su parte, sostiene que la manifestación fue un "rotundo fracaso" y que se hizo "de espaldas a los ganaderos e incluso atentando contra sus intereses". Al mismo tiempo, acusó al PP de estar detrás de ella y alentarla.

La consejería defiende su plan y valora que, además de las ayudas, superiores a las de otras autonomías, ha firmado un convenio con el matadero de Almaraz para que los ganaderos sacrifiquen el ganado infectado sin coste para su explotación.