La ley antitabaco no ha generado los resultados que se esperaban con su entrada en vigor el uno de enero. Cristóbal Bueno, que dirige el curso de verano de la Uex Tabaquismo y cáncer de pulmón , conoce algunas de las claves.

--Usted ha dicho que entre el 40% y el 60% de los adictos extremeños podrían dejar de fumar, ¿en qué se basa?

--En las estadísticas del año pasado, que afirman que un 40% de fumadores o más, pueden dejar de fumar en un año. Pero en realidad, esta cifra es muy variable. Con la entrada en vigor de la ley, se crearon muchas esperanzas, y la gente realmente dejó de fumar, aunque después parece que se ha retomado otra vez esta adicciónm, y actualmente, hay menos gente que está dejando el tabaco.

--¿Por qué cree que no se han mantenido estas cifras?

--El tabaquismo está muy arraigado en la especie humana. En cualquier ambiente hay alguien que te ofrece un cigarro. Es un vicio muy arraigado en la sociedad y en la persona, dos condiciones que hacen que el tabaco tenga una incidencia enorme en el mundo occidental. Aún así, de cada 100 españoles sólo fuman el 30, lo que quiere decir que el consumo de tabacoen general ha descendido, aunque ha aumentado entre las chicas con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años.

--¿El tabaquismo se puede considerar una enfermedad?

--Desde luego, pero más que una enfermedad es una conducta; por eso mismo intervenimos los sanitarios, al igual que lo hacen sociólogos, psicólogos o los pderes públicos, porque esta muy arraigada y es nefasta, ya que produce enfermedades.

--¿Aumenta la gravedad de las enfermedades causadas por el tabaco según el consumo?

--Sí, por supuesto, y así lo demuestran las estadísticas. Cuanto más se fuma más riesgo existe de que se produzca un transtorno derivado del tabaco. Y no solo el cáncer de pulmón, también está demostrado que el tabaco influye en el cáncer de vejiga, además de causar otras enfermedades como la angina de pecho o el infarto de miocardio.

--¿Qué tratamientos se aplican actualmente para acabar con la adicción?

--Utilizamos varios métidos. Lo primero es que la persona tenga la voluntad firme de dejar el tabaco. En segundo lugar se emplean tratamientos psicológicos y finalmente los farmacológicos, que son los únicos que no son gratuitos. Además en la región cuenta con la Unidad de Tabaquismo del Hospital Infanta Cristina, econocida a nivel nacional.