El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha propuesto a la Junta tener una presencia permanente en Extremadura, potenciando la labor que ambas instituciones llevan a cabo en la casa Hoffmeyer en Jaraíz de la Vera, que alberga el museo sobre la historia de las armas, para reuniones periódicas entre expertos de distintos departamentos y descentralizar su sede en Madrid.

El asesor de Presidencia del CSIC, Alfredo Alvar, explicó ayer a EL PERIODICO EXTREMADURA que en el centro que gestiona en Jaraíz hay dos personas de la plantilla del CSIC, pero "este edificio necesita revitalizarse, queremos darle más vida para que no sea sólo un centro de armas, sino que si algún grupo de biomecina o cualquier otro grupo investigador quiere pueda tener una reunión a puerta cerrada en este lugar. Queremos abrir este lugar a todas las áreas del conocimiento que el Consejo tiene".

Alvar, que participó en la Asamblea extremeña en la apertura del curso del Instituto Arqueológico de Mérida, reiteró que "la descentralización es necesaria", pero para ello necesita el apoyo de la Administración autonómica, con la que el Consejo mantiene unas relaciones "extraordinarias".

En este sentido, el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, señaló que espera reunirse este año con el presidente del CSIC para decidir las líneas de intervención de ambos organismos.

EL LEGADO ALEMAN

El Instituto Histórico Hoffmeyer de la localidad cacereña de Jaraíz de la Vera, de titularidad mixta y gestionado por el CSIC, la Junta y el propio municipio, es fruto del legado que dejó un matrimonio alemán --de ahí el nombre del museo-- cuya biblioteca reúne unos mil volúmenes sobre la historia de las armas, desde las épocas primitivas hasta las armas automáticas en el siglo XIX.

Al morir el matrimonio, la casa pasó a manos del CSIC y se convirtió en la biblioteca más importante de España sobre las armas. Además, tiene una sala de reuniones científicas, una sala para conferencias, y un pequeño apartamento para personal del Consejo.