El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) rebajó ayer del nivel 1 al nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) el incidente registrado el pasado domingo en la Unidad II de la Central Nuclear de Almaraz, a la vista de los datos recabados durante la inspección reactiva a la instalación que este organismo regulador llevó a cabo el pasado martes, así como su posterior análisis.

Según explica el CSN en un comunicado, la decisión de reclasificar el suceso al nivel más bajo de la escala se fundamenta en la constatación de que la central disponía de medios de refrigeración redundantes e independientes del agua de la piscina de combustible cuando se produjo el fallo en el sistema de agua de refrigeración de componentes.

En concreto, continúa, la misión técnica del CSN ha verificado que al ocurrir la incidencia existían seis métodos de seguridad remanentes, el doble de lo inicialmente estimado, que permitían garantizar en todo momento y a largo plazo el mantenimiento de la temperatura del agua en la piscina de combustible y en la cavidad de recarga por debajo de los valores establecidos en las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento. Según establece el procedimiento de clasificación internacional, la existencia de al menos cuatro capas de seguridad en la refrigeración sitúan toda incidencia en el nivel mínimo de la escala. Finalmente, el comunicado recuerda que el suceso "no ha tenido impacto radiológico en las personas ni el medioambiente".

También los responsables de la Central Nuclear de Almaraz emitieron ayer un comunicado en el que se hacen eco de la reclasificación del incidente. Además, aclaran que el fallo consistió en la parada de una de las bombas de componentes que refrigera a los cambiadores de calor de la piscina de combustible, sin que en ningún caso se produjera una pérdida de agua, como parecía indicar el CSN en su primera comunicación sobre el suceso.