Guillermo Fernández Vara y José Antonio Monago utilizaron en el pleno de ayer prácticamente todas las conjugaciones del verbo «cuadrar» para echarse en cara los números rojos de las cuentas autonómicas y culparse mutuamente por ellos. Fue en el turno de preguntas al presidente, cuando el líder de los populares cuestionó al socialista «por los criterios en los que se ha basado para considerar que ha cumplido el objetivo de cuadrar las cuentas».

«No están cuadradas, se están cuadrando y no sin esfuerzo. Es un proceso en movimiento, estamos cua-dran-do las cuentas, estaban descuadradas y las queremos cuadrar. Pues de un campo al otro se llama cua-dran-do. ¿Cómo voy a decir yo que las cuentas están cuadradas si tenemos un déficit del 1,6%? Hemos cuadrado un 1,2%, nos falta todavía el 0,9% para llegar al objetivo», respondió Vara.

Pero para Monago, el socialista «no está ni en proceso ni cuadrando, en gerundio». Según el líder popular, en marzo el déficit se situó en el 0,57%, mientras que la deuda es de 4.221 millones, a punto de agotar la capacidad para todo el año. «¿Cómo que cuadrar y cuadrando? Esto no es una broma. No está cuadrando, está descuadrando. Estos indicadores dicen que no es verdad que iba a cuadrar las cuentas sin descuadrarle la vida de la gente, porque no ha cuadrado las cuentas y somos líderes en desempleo», afirmó Monago.

Vara sin embargo, insistió en que su Ejecutivo está en proceso de «cuadrar», como demuestra la evolución del pago a proveedores y recordó a Monago que él no tuvo «la suerte de que le tocaran 300 millones en la lotería» --en referencia a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el impuesto bancario en 2012-- para poder cumplir el déficit, de forma que tiene que hacerlo «a pulmón».

«A mi no me ha tocado la lotería, le habrá tocado a usted con el chorro del FLA y esas liquidaciones positivas que le ha chutado el Gobierno de Madrid tan malo», le replicó Monago. Entonces, Vara recordó al popular que si ellos no fueron al FLA fue «porque no les dio la gana», e insistió en que cuando el PSOE accedió al gobierno las cuentas estaban «absolutamente descuadradas». «Ojalá nos diera a nosotros el Gobierno de España los 50 millones que no nos va a dar y que nos servirían para acabar de cuadrar las cuentas. Ojalá nos diera lo que le daba a usted, que ahora no lo dan... Ojalá nos dieran lo que le dan al PNV», concluyó el presidente.

Caso Feval

Pero este no fue el único enfrentamiento que PSOE y PP protagonizaron en el pleno de ayer. El segundo tuvo lugar en el turno de preguntas al Consejo de Gobierno, entre el titular de Economía, José Luis Navarro, y el diputado Francisco Ramírez. En este caso fue a cuenta del caso Feval, cuyo juicio arrancará la próxima semana en Mérida.

Ramírez preguntó si la Junta sigue manteniendo la confianza en los tres exdirectivos que se sentarán en el banquillo (José Luis Viñuela, José Villa y Juan Cerrato), a lo que Navarro respondió que esta ya se perdió hace seis años, en 2011, antes de que comenzara a actuar la justicia.

Tras recordar que los directivos fueron cesados después de que se les invitara a dimitir y no lo hicieran, el consejero animó al popular a comparar esta actuación con el SMS de Mariano Rajoy a Luis Bárcenas o la reprobación del ministro Rafael Catalá por «obstaculizar» la justicia. «Frente a su actuación de tapar, dilatar, obstaculizar, nuestra actuación: ordenar investigaciones internas y actuar con contundencia», afirmó Navarro.

En respuesta, Ramírez recordó que Feval «es el caso más grave de corrupción» conocido en Extremadura y que «tiene nombres y apellidos, que son los amigos socialistas del señor Fernández Vara», le dijo.