Agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Córdoba y de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial de Madrid han detenido a los cuatro presuntos autores del secuestro de Jesús Ruiz González, un empresario de la construcción de Villanueva de la Serena afincado en Córdoba.

El constructor, de 52 años, fue encerrado en un zulo en una casa de la sierra, entre Montoro y Villa del Río, propiedad del presunto instigador del rapto, Manuel David M.G., un joven de 29 años, presidente de la Asociación Carpeña de Empresarios (Acarem) y al que la víctima debía 198.000 euros (32 millones de pesetas). El cerebro del secuestro express , propietario de Industrias Metálicas La Azucarera, fue arrestado en su casa de El Carpio horas después de que fuese elegido el viernes presidente de los empresarios carpeños.

Previamente, habían sido arrestados sobre las 13.00 horas en Villa del Río, Jaroslav S., natural de Eslovaquia, de 29 años, y Pedro P.M., de 33 años, natural de Jaén y con domicilio en Andújar. Fuentes policiales indicaron que, por último, el domingo fue detenido en Andújar, Manuel A.P., con domicilio en esta ciudad jiennense, pero natural de Córdoba. Los tres primeros detenidos están ya en prisión.

CAMUFLADO Jesús R.G. estuvo secuestrado 24 horas, a principios de la semana pasada, en un zulo, camuflado en una de las habitaciones de la casa, de 1,30 metros de alto por 1,30 metros de ancho, y al que se accedía por una tapa metálica instalada en el suelo. La policía precisa que el constructor tuvo que permanecer en cuclillas o sentado, dada la imposibilidad para adoptar otra postura diferente ante la estrechez del habitáculo. Las investigaciones policiales comenzaron después de que los familiares de Jesús R.G. denunciasen el miércoles de la semana pasada la desaparición del empresario en la Comisaría de Córdoba.

La Policía manifiesta que los detenidos reconocieron en sus declaraciones que el motivo del secuestro fue la deuda que la víctima había contraído con Manuel David M.G. La Dirección General de la Policía ha confirmado que el constructor fue maltratado física y psicológicamente durante el secuestro. La víctima, que manifestó en repetidas ocasiones que no disponía de dinero en efectivo, se ofreció en varias ocasiones a M.D.M.G. para pagarle la deuda con material de obra, pero éste se negó y ordenó al eslovaco que siguiera "apretándole fuerte" y que "no dudase en quitarlo de en medio" si fuese necesario. Jaroslav S. dejó en libertad a las 24 horas al empresario tras comprometerse J.R.G. al pago de la deuda y a abonar una cantidad adicional para las personas que lo custodiaban al margen del instigador.