Vacaciones junto al mar, pero sin desprenderse de los hábitos. Ese es el destino que espera a 53 sacerdotes procedentes de diversas diócesis españolas --entre ellas varias extremeñas-- y extranjeras en estos meses estivales. Ellos serán los responsables de reforzar las parroquias en zonas turísticas de la Archidiócesis de Valencia durante los meses de julio y agosto para que sus hermanos de liturgia no se vean desbordados ante el incremento de población que sufren algunos pueblos de la costa mediterránea.

Con esa misión parten a Valencia párrocos de Cáceres y Badajoz. Según explica Juanjo Montés, del Arzobispado de Mérida , "los sacerdotes se prestan de forma voluntaria a participar y ayudar en las celebraciones religiosas de las diócesis valencianas durante el verano, porque es el lugar donde veranean o bien porque mantienen desde hace años una buena relación con la feligresía". Y es que en las zonas costeras de Valencia aumenta tanto el número de residentes durante esta época del año que "en ocasiones el sacerdote del lugar se encuentra desbordado".

Fernado Ramírez, párroco de la pequeña localidad pacense de Villalva de los Barros y que se encuentra al servicio de la Iglesia Católica desde hace 32, es uno de los que participará en la iniciativa. "Llevo 11 años veraneando a la par que ayudando al párroco de un pueblo llamado Moraira y la verdad es que estoy encantado, porque el trabajo que allí se me encomienda me deja tiempo para descansar a la vez que me reconforta ser de utilidad para un hermano".

Para él es "maravilloso" ver como las personas de esta localidad viven con gran seriedad y responsabilidad su fe. "Este hecho hace que me encuentre allí agustísimo porque uno de los grandes problemas con los que se tiene que enfrentar la Iglesia en la actualidad es la escasez de fieles".