El secretario general de la Comisaría General de Policía Científica, José Miguel Otero, y el profesor de Unidad Docente de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Valencia, Fernando Verdú, alertaron ayer del excesivo peso de las pruebas científicas en la investigación criminal. Ambos participaron en un curso internacional de verano de la Universidad de Extremadura impartido en el campus de Badajoz. La Ciencia actual en la Investigación Criminal ha sido el seminario más demandado de entre 38 por los estudiantes extremeños durante julio, de los que ayer comenzaron siete.

Durante su intervención, Otero afirmó que la ciencia forense "tiene un peso importante" en los procesos de investigación porque "la prueba científica es fundamental pero, lógicamente, hay más pruebas y al final el juez valora todo".

Otros factores, como la investigación policial y judicial y las declaraciones de los testigos también actúan junto a las pruebas científicas y aportan su peso en la decisión final. "Lo que ocurre es que una buena investigación apoyada además en una prueba científica puede ser determinante", concluye Otero. También resaltó que lo importante es que las bases estén unidas y conectadas, para trabajar en conjunto.

Verdú compartió estas palabras con los asistentes y subrayó que la prueba parcial "tiene muchísimas limitaciones", ya que "no hay suficiente evidencia de que los métodos que se utilicen en muchos casos sean auténticamente científicos, sino que están basados más en opiniones de las personas que participan". También acusó a la sociedad de creer que los médicos forenses lo pueden todo.

El profesor valenciano subrayo que es muy importante para un forense "ser muy cuidadoso" a la hora de fijar la causa y la hora de la muerte de una víctima, ya que, en el último caso, "llevas a la policía y a los investigadores a un tramo horario en el que los verdaderos responsables tienen tiempo para huir".