La decisión de Juan Carlos Rodríguez Ibarra de dejar la 'primera línea' de la política en el PSOE, renunciando a la reelección en la Junta de Extremadura, no ha cogido por sorpresa a sus compañeros de partido. Además de que el líder extremeño no acudió a ninguno de los Comités Federales celebrados este año, ni el de enero ni el de junio pasado, los asistentes a las Ejecutivas Federales comentaban cómo sus declaraciones y actitudes eran cada vez más duras. Por todo esto, la marcha de Rodríguez Ibarra no sorprendió a su compañeros, una determinación que se suma ahora a la retirada de otros históricos líderes socialistas. De las tres grandes figuras que se alzaron durante los años de Gobierno popular, --Ibarra, José Bono y Manuel Chaves-- ya sólo queda el último. El ex presidente de Castilla La Mancha, José Bono, a quien el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, arrebató por unos votos la Secretaría General del partido, pasó a un discreto segundo plano desde que dejó el Ministerio de defensa el pasado mes de abril. Un par de meses antes, el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, cambió el consistorio en el que estaba al mando desde los últimos 23 años por la Embajada española ante la Santa >ede. La última de las marchas más sonadas fue la del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que el 1 de noviembre no competirá por el Ejecutivo catalán y que ha dejado paso al primer secretario del PSC, José Montilla. Hoy mismo, Maragall atribuyó su renuncia a optar a la reelección a causas que "tienen que ver con la edad" pese a admitir que hace más de un año que Rodríguez Zapatero le dijo "claramente" que prefería a José Montilla. A estos casos se suma ahora el de Rodríguez Ibarra, el que fue presidente de la Junta de Extremadura desde 1983 y que ha decidido dejar la 'la primera línea' de la política para dedicarse a su labor de profesor. El presidente extremeño anunció que seguirá en su puesto hasta que termine el proceso electoral, dejando que después el partido decida.