Una delegación de autoridades portuguesas y de la Comisión Europea (CE) visitarán la central de Almaraz (Cáceres) el lunes, 27 de febrero, acompañados por el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, en el marco del acuerdo alcanzado entre los dos países por el almacén de residuos de la planta.

Según han informado fuentes del Ministerio de Energía, las autoridades portuguesas y europeas serán informadas del estado de la construcción del Almacén Temporal Individual (ATI) de residuos nucleares de Almaraz, "una infraestructura necesaria debido a la saturación de las piscinas de combustible gastado de la central".

Esta será la primera de una serie de visitas programadas en los dos próximos meses para que las autoridades portuguesas conozcan la central extremeña y el ATI que se está levantando en la misma, y puedan plantear las alegaciones y consultas que consideren sobre el mismo al Ministerio de Energía.

La apertura de Almaraz a las autoridades portuguesas y de la CE se produce en el marco del acuerdo alcanzado por entre España y Portugal el pasado 21 de febrero.

Gracias a este acuerdo, el país vecino retiró su queja por que España no le hubiera consultado en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del ATI de esta planta a cambio de que se le abrieran las puertas de la misma, y sus autoridades pudieran conocer de primera mano el almacén de residuos, y plantear las dudas y alegaciones que creyeran convenientes.

El ATI de Almaraz está en construcción y pendiente de que el Ministerio de Energía le dé autorización de funcionamiento, algo que podría suceder a finales de este año, según fuentes de este departamento.

Este es un año decisivo para la planta de Almaraz en tanto que a lo largo del mismo podría solicitar el aval del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para operar más allá de 2020, lo que probablemente implicaría una extensión de su vida útil más allá de los 40 años, en tanto que esta central funciona desde el año 1983 con dos reactores de agua a presión.

La centrales nucleares españolas están construyendo instalaciones para almacenar temporalmente el combustible usado de los reactores hasta que esté operativo el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares, que se proyecta en Villar de Cañas (Cuenca), y que está pendiente de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) en el Ministerio de Medio Ambiente.