Un joven de 18 años que suplanta la identidad de un antiguo compañero de clase para, a través de una conocida web, insultar en su nombre a otros usuarios y conseguir desprestigiarle. Una mujer de 67 años alarmada porque comienza a recibir numerosas llamadas en las que se solicitaban sus servicios sexuales. ¿La razón?, alguien había colgado en internet un anuncio con su contacto. Son dos de los casos en los que ha tenido que intervenir el Equipo de Delincuencia Tecnológica (Edite) de la Guardia Civil de Badajoz.

Javier --no puede dar más datos sobre su identidad-- lleva en esta unidad desde hace cinco años. Explica que habitualmente la dinámica de trabajo comienza con una denuncia interpuesta en cualquiera de los puestos que la Benemérita tiene en la provincia. Estafas, amenazas, calumnias, injurias, revelación de secretos..., la lista de infracciones para las que puede utilizarse la red es larga. "Una vez que se tramitan se suelen remitir aquí para que nosotros continuemos con las labores de investigación", detalla Javier. Al contrario de lo que podría pensarse, no todo el trabajo se desarrolla frente a un ordenador y entre cuatro paredes: "Tenemos que hacer también bastantes labores a pie de calle", asegura este agente.

El reciente caso del asesinato de la joven Marta del Castillo, en Sevilla, ha puesto de manifiesto la frecuencia con la que se suben a internet imágenes y otros contenidos privados sin tener en cuenta el uso que luego puede llegar a hacerse de ellos. "Muchos no son conscientes de los riesgos, sobre todo los más jóvenes, que no dan importancia a qué dato ponen en una página o en un perfil", indica Javier, que añade que "son los padres los que deben orientar a sus hijos". Vigilar el uso que los menores hacen de internet, colocar los ordenadores en lugares comunes de la casa o limitar el acceso a determinados contenidos son algunos de los consejos que se dan desde la Guardia Civil. "Hay que enseñarles hasta qué punto internet puede llegar a ser dañino. Pero no solo estas redes sociales. Otras cosas, como un simple virus troyano, pueden llegar a hacerte mucho daño".

Entre todos los ciberdelitos , la pornografía infantil es posiblemente el que más repugnancia causa en la sociedad. Las continuas operaciones que se desarrollan contra ella, más que evitar su presencia en internet, están haciendo que se vayan cambiando "los medios para difundir ese material" y que vayan apareciendo nuevos métodos de ocultación.

Aquí la colaboración de los internautas resulta clave. Si cualquiera de ellos encuentra uno de estos archivos de manera fortuita "debe anotar todos los datos de ese archivo, como su nombre, tamaño, y demás características que puedan identificarlo en la red. Además, si es posible, grabarlo en un dvd o en un cd y ponerlo de inmediato en conocimiento de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado".