La demanda de productos extremeños cayó a la mitad el año pasado. Es una prueba más de los efectos de la crisis en la región, recogida en el primer Boletín de Coyuntura Económica elaborado por el Instituto de Estadística de Extremadura. Según sus datos, los pedidos de las empresas no solo cayeron un 49,3% durante el 2009, sino que esa tendencia a la baja, que viene produciéndose desde al menos el 2006, provoca que acumulen una reducción del 25% en sus encargos.

Irónicamente, es casi el mismo porcentaje de mercancía (24,2%) que tienen sin vender y esto a pesar de que están utilizando solo el 61,5% de su capacidad productiva. Pese a ello, no obstante, la producción industrial disminuyó un 14,2% en la comunidad, dos puntos menos que la media nacional.

En concreto, esa menor reducción está vinculada sobre todo al mejor comportamiento de los bienes de consumo duraderos (cuya elaboración cayó un 18,7% en Extremadura, casi diez puntos menos que en España). En el resto de ámbitos (bienes de consumo no duraderos, de equipo, intermedios...) las caídas son similares. Ni siquiera la energía, uno de los campos en que la comunidad extremeña cuenta con mayor potencial --sobre todo, por la actividad de los dos reactores de la Central Nuclear de Almaraz-- se libra del recorte, que tanto en la región como en el resto del país ronda el 8%.

EN LA MEDIA EUROPEA Si nos fijamos en el promedio de la zona euro, dato que también incluye el Boletín de Coyuntura Económica del Instituto de Estadística de Extremadura, la comunidad comparte la reducción media, que en este caso se sitúa en el -14,7%. Más afectados, al nivel de España e incluso por encima, están países como Alemania (-16,9%) o Italia (-17,5%), frente a otros cuya producción industrial se está viendo menos castigada por la crisis, como es el caso de Francia (-11,8%) o Reino Unido (-10,2%). Ese nivel comparte Estados Unidos (-9,7%), al que sin duda debe envidiar Japón, cuyos productos sufren una caída de la demanda del 22,3%.

Sin embargo, el Producto Interior Bruto del país nipón mantiene el tipo y registra una disminución del 5%, en línea con los países europeos, aunque doblando el dato estadounidense (-2,2%). Dos décimas por debajo se queda la reducción de Extremadura (-2%), que en este caso mejora en mucho la media nacional (-3,6%).

Baile de cifras que, en todo caso, llevan una vez más a la preocupación por la crisis, si bien hay espacio para la esperanza. Es la que aporta la reducción de la caída de la producción industrial registrada por España en los dos últimos meses del año (-4% y -1,5%). Pero, desafortunadamente, no es compartida por la región extremeña, que empezó el año (con caídas por debajo del 15%) mejor de lo que lo terminó, ya que experimentó una reducción del 18,7% en diciembre y del 26,5% en noviembre.