El incremento de la demanda ha hecho que el sector de la seguridad privada en Extremadura experimente un crecimiento anual del 10%. En estos momentos, 1.600 personas trabajan en este sector, de las cuáles 1.200 son vigilantes de seguridad, el resto son técnicos, detectives y personal directivo. Este colectivo celebró ayer su día con una jornada festiva que incluyó un acto institucional presidido por el jefe superior de la Policía Nacional, Eusebio Escribano, y la delegada del Gobierno, Carmen Pereira.

En Extremadura "la seguridad privada va creciendo en aquellas áreas en las que se va retirando la seguridad pública", según el presidente del comité organizador de la jornada, Antonio Bonifacio Vadillo.

También se ha experimentado una mayor demanda de instalación de alarmas y de otros sistemas de seguridad, "la mayoría de las viviendas situadas en el extrarradio de las ciudades extremeñas disponen ya de alarmas". Sin embargo, aclaró que "Extremadura es una región tranquila y no se han dado casos de atracos como los que se están sucediendo en Cataluña, no hemos notado una demanda mayor en las últimas semanas".

En la región operan 28 empresas, cuatro de ellas extremeñas, que se ocupan de 65 actividades.

Carmen Pereira destacó la colaboración de este sector con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y abogó por la formación de estos profesionales, la transparencia en la gestión de las empresas y la erradicación del intrusismo en el sector.