La Federación de Protectoras de Animales de Extremadura (FEPAEx) denuncia la perrera provincial de la Diputación de Badajoz, sita en Olivenza, y pide su cierre.

La organización realizó un seguimiento de los animales entre los días 27 de mayo y 17 de junio de 2010 y descubrió que, en la primera visita, "puede llegar a pensar que los animales no están tan mal. No tienen comida porque cuando llegas se supone que ya los han alimentado. No hay excrementos porque ya han limpiado. Unos perros saltan desesperados, otros parecen dormitar, otros tienen la mirada perdida y los que tienen heridas, puedes considerar que acaban de entrar y todavía no han recibido la atención veterinaria que necesitan. Pero si vuelves a los cuatro días, de los que parecían dormir sólo queda uno, los que saltaban ya no saltan y están llenos de parásitos y heridas de frotarse contra los barrotes, los que tenían heridas hace 4 días o han sido sacrificados o continúan con ellas sin curar y, además, han entrado nuevos animales en este infierno en mejor o peor estado continuando con este círculo vicioso. Y así hasta el 2016 que esta empresa tiene el contrato con la Diputación de Badajoz", según detalla en su web, en la que se pueden visualizar vídeos de los animales en las instalaciones de la institución provincial.

Además, la federación resalta que la diputación argumenta que "los perros llegan en muy malas condiciones, no es cierto. Algunos llegan mal y no reciben ninguna atención, ni siquiera la eutanasia humanitaria que necesitarían. Pero la gran mayoría llega en buen estado y se va deteriorando más o menos rápido con las condiciones higiénico-sanitarias y antietológicas de encierro a que son sometidos".